El ejército de Estados Unidos informó haber desplegado el jueves aviones de combate furtivos F-22 en Medio Oriente, donde Washington está fortaleciendo su presencia militar en previsión de posibles ataques de Irán y sus aliados contra Israel.
Este despliegue forma parte del «cambio de postura de las fuerzas estadounidenses en la región» y tiene como objetivo «hacer frente a las amenazas presentadas por Irán y los grupos proiraníes», afirmó el comando militar estadounidense para Oriente Medio (Centcom), sin mencionar la ubicación de los aparatos.
El Pentágono anunció la semana pasada el refuerzo de su presencia militar en la región, con más buques de guerra y aviones de combate.
A principios de esta semana, siete estadounidenses resultaron heridos en una operación con cohetes contra una base militar en Irak, atribuida por Washington a un grupo proiraní.
Este ataque se produjo pocos días después de la muerte de cuatro combatientes iraquíes pro-Irán en un ataque estadounidense.
Teherán y sus aliados regionales en Líbano, Irak y Yemen han amenazado a Israel con represalias armadas desde el asesinato el 31 de julio en la capital iraní del líder de Hamás Ismail Haniyeh y de Fuad Shukr, líder militar del Hezbolá libanés proiraní muerto un día antes en un ataque israelí cerca de Beirut.
Israel no ha formulado comentarios sobre la muerte de Haniyeh, a quien Hamás reemplazó por su máximo dirigente en Gaza, Yahya Sinwar.
Sinwar es acusado por Israel de ser autor intelectual del ataque lanzado el 7 de octubre por Hamás en suelo israelí, que se saldó con la muerte de 1.198 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
En represalia por ese ataque, Israel lanzó una ofensiva en la Franja de Gaza que ha dejado 39.699 muertos, también civiles en su gran mayoría, según datos del Ministerio de Salud de Hamás, que controla el territorio palestino.
