Las prohibiciones estatales a las bolsas plásticas en Estados Unidos redujeron la contaminación en playas y corrientes de agua, de acuerdo con un análisis científico publicado el lunes por la ONG Ocean Conservancy.

El número de estos desechos recogidos durante la iniciativa anual de limpieza de playas (International Coastal Cleanup, o ICC) se dobló durante la pandemia de covid-19, marcada por un aumento del uso de bolsas plásticas y por suspensiones a las restricciones.



Pero desde 2020, a medida que la población estadounidense con prohibiciones estatales al uso de bolsas plásticas creció del 12% al 25%, el número de estas bolsas recolectadas por parte de voluntarios en 2022 y 2023, cayó un 29% comparado con los niveles previos a la pandemia (2013-2019).

California fue el primero de once estados en aprobar, en 2015, el veto a las bolsas plásticas, consideradas «uno de los tipos de contaminación más mortíferos en nuestros océanos», según dijo a la AFP Anja Brandon, directora de política de plásticos de Ocean Conservancy.



«Nos entusiasmó ver que con el aumento del porcentaje de estadounidenses que están cubiertos por una prohibición estricta de bolsas de plástico, vemos menos contaminación», añadió Brandon, una ingeniera medioambiental que ha ayudado a redactar leyes estatales y nacionales sobre desechos plásticos.

El análisis se basó en datos de la ICC, una iniciativa en marcha desde 1986, así como en otros esfuerzos voluntarios de limpieza registrados en la aplicación Clean Swell o en datos comunicados a la ONG.

La base de datos de la ICC es la mayor de su tipo y la utilizan científicos, ecologistas y responsables de políticas públicas, y ha sido usada incluso en la redacción de dos leyes californianas sobre contaminación por plásticos.

Las tortugas y las aves confunden las bolsas de plástico con medusas y las ingieren. Esto puede impedirles alimentarse al bloquearles el estómago.

El análisis se publica en vísperas del Día Internacional de Limpieza de Costas, que se celebrará el 21 de septiembre, y de una nueva cumbre de la ONU para adoptar un tratado internacional contra los residuos plásticos, en noviembre.

«Cada año, 11 millones de toneladas de plástico acaban en nuestros océanos, lo que equivale a más de un camión de basura por minuto», declaró Brandon.

«Los desafíos sistémicos de la contaminación por plásticos no se van a resolver por sí solos», añadió. «Necesitamos intervenciones políticas fuertes y efectivas, sabemos cuáles son, tenemos los datos que las respaldan, sólo necesitamos más de ellas».