«Basura es lo que salió de la boca» del humorista que insultó a Puerto Rico en un mitin de Donald Trump, afirmó el gobernador del territorio sobre unos comentarios que irritaron a demócratas, a algunos republicanos y artistas como Bad Bunny, Jennifer Lopez o Ricky Martin.
Tony Hinchcliffe fue uno de los teloneros del mitin celebrado el domingo en el Madison Square de Nueva York, abarrotado por seguidores del candidato republicano a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
«Hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento, creo que se llama Puerto Rico», soltó el también presentador de pódcast sobre el territorio, que genera más residuos sólidos por día que el promedio de Estados Unidos y donde el impacto de desastres naturales ha saturado algunos vertederos.
Sus palabras no se quedaron ahí. El cómico también se burló de los latinos diciendo que «les encanta hacer bebés», parodió a judíos y palestinos y se mofó de un hombre negro, con el estereotipo de que a los afroestadounidenses les gusta mucho la sandía.
Lo que se dijo en el mitin fue «racismo», declaró a la AFP Denis Castro, un jubilado de 60 años que vive en el barrio de Bushwick, en Nueva York.
Las condenas fueron unánimes entre los demócratas, empezando por el propio gobernador de Puerto Rico Pedro Pierluisi.
«Basura es lo que salió de la boca de @TonyHinchcliffe, y todos los que lo aplaudieron deberían sentirse avergonzados por faltarle el respeto a Puerto Rico», protestó el demócrata en la red social X.
«Comentarios como esos dejan al descubierto los prejuicios y el racismo que lamentablemente aún existen en nuestra Nación», añadió.
Pese a ser estadounidenses los puertorriqueños no pueden votar en las elecciones presidenciales, como tampoco los ciudadanos de otros territorios como las Islas Vírgenes, las Islas Marianas del Norte, la Samoa Americana, Guam o las Islas Ultramarinas Menores.
– «Es lo que piensan» –
Pero pueden hacerlo si residen en uno de los 50 estados estadounidenses continentales más el distrito de Columbia.
Y Pensilvania, un estado clave que podría decidir el resultado de los comicios, cuenta con medio millón de puertorriqueños.
La vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris reaccionó con un vídeo en el que promete «dibujar un camino nuevo y feliz hacia el futuro» para Puerto Rico.
El cantante de reggaetón Bad Bunny, uno de los artistas latinos más escuchados de Estados Unidos, lo compartió en la red social Instagram en un apoyo obvio a Harris.
«Esto es lo que piensan de nosotros», afirmó Ricky Martin en la misma plataforma, además de compartir el vídeo y pedir el voto para la vicepresidenta.
Otros como Marc Anthony o Jennifer Lopez, hija de puertorriqueños con 250 millones de seguidores en las redes sociales, siguieron sus pasos.
– «El daño está hecho» –
Lejos de disculparse el humorista reprochó a las voces críticas que «no tienen sentido del humor».
En un mensaje a la AFP, la popular congresista por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez le lleva la contraria: «no es un cómico, es la campaña de Trump».
Pero, a ocho días de las elecciones, su equipo de campaña se ha distanciado.
«Esta broma no refleja la opinión del presidente» Trump, afirmó una de las portavoces del republicano.
Al senador por Florida Rick Scott, que se presenta a la reelección, el chiste no le hizo pizca de gracia.
«No es gracioso y no es cierto. Los puertorriqueños son gente increíble y estadounidenses increíbles. He estado en la isla muchas veces. Es un lugar precioso», afirmó en la red X.
En la calle la indignación es tremenda.
«Antes estaba 100% convencido de votar por Trump y ahora estoy 100% motivado de salir a votar por Kamala Harris», declaró a la AFP Javier Torres Martínez, un puertorriqueño de 45 años residente en Doral, al lado de Miami.
«El daño está hecho», añadió este presidente de una empresa de seguros médicos internacionales.
Los Martínez, una familia de puertorriqueños que vive en Orlando, no se lo pensaron dos veces.
«Estaba pensando en votar por Kamala Harris, pero este comentario de ayer nos hizo salir a la familia completa -mi hijo de 20 años, mi hija de 18, mi esposa y yo- a votar esta mañana por ella», dijo a la AFP Rick Martínez, un empleado de una compañía de salud de 50 años. «Fue una reacción visceral».