La joven María Lucila Ortiz, acompañada de su abogado, denunció este miércoles en el programa El de la Tarde que su expareja, Américo Contreras Ogando (abogado y pensionado de la policía), la somete a amenazas, acoso y una constante persecución desde su separación hace tres años, calificando su vida actual como un «infierno total».
Ortiz reveló que, tras la ruptura, las autoridades de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes le retiraron la tutela de su hija de tres años, pese a creer que mantendría una dinámica parental libre de violencia. Según relató, el conflicto escaló cuando Contreras Ogando, al ver rechazada su propuesta de reconciliación, la citó a la fiscalía para imponerle días específicos de visitas. Además, denunció que el padre deja a la menor al cuidado de «una adolescente», situación que considera riesgosa.
Acoso sistemático y consecuencias legales
La mujer aseguró que, desde entonces, su expareja la persigue «sin darle paz ni en el trabajo», e incluso la involucró en un incidente que derivó en su detención desde un sábado hasta el lunes. Ortiz afirmó haber sufrido un intento de suicidio —»me tiré por un barranco»— debido a la presión, y cuestionó que un hombre con estas conductas tenga la custodia de su hija.
También denunció que Contreras Ogando la difama con «palabras soeces», dañando su reputación públicamente.
Respuesta institucional
Ante la difusión del caso, la magistrada Ana Andrea Villa Camacho, titular de Violencia de Género de la Procuraduría, se contactó con el programa para asumir la investigación. Confirmó que se realizarán «las diligencias necesarias para verificar los hechos», brindarán «asistencia integral a la víctima» y la recibirán este jueves para iniciar el proceso legal.
La magistrada enfatizó el compromiso institucional de «garantizar la protección de María Lucila» y aplicar rigurosamente los protocolos contra la violencia de género.