Unos 200 activistas de una organización judía estadounidense que apoya la causa palestina realizaron el jueves una manifestación relámpago en el interior de la Torre Trump, la residencia neoyorquina del presidente estadounidense, para denunciar su ofensiva contra la libertad de expresión.
Invadieron el vestíbulo del hotel al pie de la escalera mecánica dorada por la que descendió solemnemente Trump para anunciar su candidatura a la presidencia en 2015.
Vestidos con camisetas rojas con letras blancas, en referencia al movimiento «Make America Great Again» («Hagan a Estados Unidos grande otra vez») popularizado por el mandatario republicano, los manifestantes tomaron el ultraseguro rascacielos de Manhattan a última hora de la mañana.
Según la policía, al menos 98 personas fueron detenidas por invadir una propiedad privada, entre otros delitos. Hacia la tarde, la Torre Trump recuperó la calma.
«Luchen contra los nazis, no contra los estudiantes», coreaban antes de ser arrestados, constataron periodistas de la AFP.
Los manifestantes, convocados por la organización Voz Judía Por la Paz, protestaron por la detención el pasado fin de semana de una destacada figura de las protestas propalestinas en la Universidad de Columbia, que provocó indignación entre los defensores de la libertad de expresión.
«Libertad para Mahmoud, libertad para Palestina», decía una pancarta, en relación con la detención en espera de deportación de Mahmoud Khalil, quien posee una tarjeta verde de residente permanente en Estados Unidos.
El joven ofició de portavoz de un movimiento estudiantil de Columbia contra la guerra de Israel en Gaza.
– «Fascistas» –
Su arresto revela «que estamos al borde de una toma total del poder por parte de un régimen autoritario», dijo Jane Hirschmann, quien se describe a sí misma como descendiente de sobrevivientes del Holocausto.
«Como judíos de conciencia, conocemos nuestra historia y adónde nos lleva. Esto es lo que hacen los fascistas», añadió.
«Estoy aquí para (…) exigir que nuestro judaísmo no sea utilizado como arma para violar los derechos de los ciudadanos estadounidenses y acabar con la democracia», explicó James Schamus, que se presentó como un «profesor judío» en Columbia.
Para él, la lucha contra el antisemitismo desplegada por Trump es una «cortina de humo».
La idea que «criticar a Israel es antisemita, y que uno puede ser secuestrado en nuestras calles y expulsado del país si expresa opiniones políticas sobre este conflicto en el extranjero, debería producir escalofríos de terror», añadió.
Desde hace varios días, el presidente Trump ataca a las universidades y promete medidas presupuestarias de represalia para las instituciones que no combatan el antisemistismo.
Su administración ya ha recortado 400 millones de dólares en subvenciones y contratos a Columbia.
Esta última anunció el jueves que ya ha emitido sanciones, entre ellas «suspensiones de varios años, revocaciones temporarias de diplomas y expulsiones» contra estudiantes propalestinos que participaron en la ocupación del local de la universidad en la primavera boreal de 2024.
El gobierno de Trump también amenaza con deportar a los extranjeros que participen en las protestas. Prometió en ese sentido que el procedimiento contra Khalil será seguido por «muchos otros».
