Los precios del petróleo bajaron el lunes en ausencia de mejorías en la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Tras comenzar estable la jornada, el precio del Brent del mar del Norte para entrega en junio perdió 1,51% a 65,86 dólares por barril.
En tanto, el barril de West Texas Intermediate para igual mes cedió 1,54% a 62,05 dólares.
«La situación, en particular en lo que concierne a los aranceles, es más negativa de lo que era esta mañana», consideró Robert Yawger, de Mizuho USA, en declaraciones a la AFP.
«Las chances» de que una desescalada entre las dos potencias «marche sobre ruedas comienzan a reducirse», añadió Yawger.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, consideró este lunes que los aranceles estadounidenses sobre productos chinos no son «sostenibles» para China. «Tal vez se decidan a llamarme», afirmó.
«Venden cinco veces más aquí de lo que vendemos allí. Somos indispensables para su modelo económico. Vender productos baratos, subvencionados, a Estados Unidos, es crucial para su economía», consideró.
China aseguró este lunes que ninguna llamada tuvo lugar últimamente entre el presidente Xi Jinping y su par estadounidense. Esta afirmación contradice a Donald Trump, quien asegura haber hablado con el dirigente chino.
Las tensiones comerciales entre las dos mayores economías planetarias, que son también los principales consumidores de crudo, influyen a la baja en los precios del petróleo, mientras que una distensión tendería a aumentar la demanda de petróleo y empujaría al alza los precios.
«Por supuesto, la situación de la Opep+ (OPEP y sus aliados) constituye otro factor de tendencia a la baja», explica Yawger.
El cartel debe decidir el 5 de mayo si agrega o no más barriles a su oferta global a partir de junio.
«El mercado cree que esa reunión no saldrá bien», destacó Yawger, quien considera que hay varias señales de que habrá un nuevo aumento de la producción de crudo.
Aunque «el aumento significativo de la oferta de petróleo de la Opep+ para mayo parece haber sido digerido» por el mercado, la perspectiva de un nuevo incremento podría afectar los precios, consideró Carsten Fritsch, de Commerzbank.
