WASHINGTON. Los suicidios entre las personas de 35 a 64 años en Estados Unidos aumentaron un 28% durante la última década, superando en los últimos años a los accidentes de tránsito como una de las causas de muerte, según las últimas estadísticas oficiales publicadas el jueves.

La tasa anual de suicidio en este grupo etario aumentó de 13,7 por 100.000 en 1999 a 17,6 por 100.000 en 2010, con un gran alza entre los blancos no hispanos (40%) y los nativos estadounidenses y autóctonos de Alaska (65%), según la agencia federal de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).



Los suicidios, cuya tasa aumentó en todos los estados del país, totalizaron 38.364 muertes durante este período, frente a 33.687 muertes por accidentes de automóviles y motocicletas.

Por edades, el mayor incremento en los suicidios se registró entre los 50 a 54 años (48%) y los 55 a 59 años (49%).



Durante la última década, el número de suicidios se incrementó más entre las mujeres de 35 a 64 años (32%) que entre los hombres (27%).

Las estadísticas también muestran un fuerte aumento de los suicidios por ahorcamiento (81%), envenenamiento (24%) y armas de fuego (14%), indicó el CDC.

Sin embargo, la tasa de suicidios entre los jóvenes (10 a 34 años) y mayores (más de 65) se mantuvo prácticamente sin cambios durante el mismo período.

Históricamente, la mayoría de los esfuerzos de investigación y prevención del suicidio se centraron principalmente en los jóvenes y los mayores de 65 años. Este informe sugiere que las personas de mediana edad requieren más atención, indicaron los autores del estudio.

Signo de desesperanza social

«El suicidio es una tragedia demasiado frecuente (…) y estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de investigar para entender mejor los factores de riesgo para el desarrollo de programas de prevención», indicó en un comunicado el director del CDC, Tom Frieden.

«Este informe pone de manifiesto la importancia de que las estrategias de prevención del suicidio entre las personas de 35 a 64 años se centren en las situaciones de estrés que pueden ser enfrentadas por los estadounidenses en este grupo etario», dijo Linda Degutis, jefa del Centro Nacional para la Prevención de Lesiones del CDC.

Tras las crisis de los préstamos inmobiliarios, Estados Unidos se sumergió en una recesión desde finales de 2007 hasta mediados de 2009, atravesando la peor situación económica desde la gran depresión de los años 30.

Para la doctora Laura Gold, profesora de psiquiatría de la facultad de medicina de la Universidad de Georgetown, este fuerte aumento del suicidio entre las personas de edad media «es un signo de desesperanza social».

«La agravación de la situación económica golpeó sobre todo al grupo de edad para el que es más difícil encontrar un empleo», explica a la AFP.

Además, tras la caída de Wall Street en 2007, «vieron desaparecer una buena parte de su jubilación y una gran parte de ellos perdieron también sus casas», prosigue.

«Perder el empleo significa frecuentemente perder el seguro médico, que para la mayor parte de los estadounidenses es suministrado por la empresa», señala Gold.

En consecuencia, afirma, la gente redujo sus tratamientos psicológicos en un momento en el que «la desesperanza social va a aumentar el número de depresiones».

«Si tienes a alguien que está deprimido, pierde su empleo, su jubilación, su casa y no ve más futuro y no puede tener cuidados médicos, la situación es desesperante», resume la psiquiatra.

AFP