Santo Domingo. La Procuraduría General de la República informa que a través de la Pastoral Penitenciaria, graduó a unos 400 internos de la Penitenciaría Nacional de La Victoria, quienes recibieron certificados en diferentes áreas tras culminar estudios de educación media e intermedia, así como diversos cursos técnicos.

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La ceremonia estuvo encabezada por el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito; el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez; el coordinador nacional de la Pastoral Penitenciaria, Fray Arístides Jiménez Richardson, y el director general de Prisiones, Tomás Holguín La Paz.

De los graduandos, 45 cursaron estudios correspondientes al cuarto de bachillerato, mientras que 140 pasaron del nivel básico a media y 215 realizaron cursos técnicos en las áreas de contabilidad, inglés e informática.



El magistrado Domínguez Brito resaltó la eficacia de los programas de capacitación para la rehabilitación de los internos. “Estamos convencidos de que la verdadera libertad radica en la educación. Cuando le damos la oportunidad a los privados de libertad de capacitarse en diferentes ramas, así como aprender a leer y a escribir y de poder culminar sus estudios de bachillerato, e incluso, iniciar una carrera profesional desde la prisión, estamos contribuyendo, no sólo a defender su derecho fundamental, sino, a que éste ser humano, que falló a la sociedad en su momento, pueda cruzar las rejas con metas positivas, y con una base que le permita desarrollarse sanamente en labores productivas”, manifestó.

Dijo que la meta es que todos los internos penitenciarios de La Victoria puedan tener acceso a los programas educativos que allí se imparten.

“Ustedes no están solos. La cárcel de La Victoria es para nosotros una prioridad como autoridades y es bueno que sepan que estamos inmersos en la búsqueda de soluciones a mediano y largo plazo, convencidos de que todos y cada uno de los que cumplen sus condenas aquí, merecen un trato digno y sobre todo humano”, expresó el Procurador General.

Exhortó a los graduandos a no perder la fe y a continuar más allá de las adversidades desarrollando sus cualidades positivas y preparándose siempre para ser mejores ciudadanos.

De su lado el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez felicitó a los graduandos y los motivó a seguir aprovechando cada oportunidad que se les brinda para desarrollarse internamente así como de adquirir nuevos conocimientos, los cuales les permitirán emprender una nueva vida cuando obtengan su libertad.

Los cursos fueron impartidos por el Centro de Estudios Nuestra Señora de Las Mercedes, con sede en la Penitenciaría de La Victoria, donde más de 3 mil privados de libertad han tenido acceso a dichas capacitaciones, culminando sus estudios unos 1,898.

En el acto fue entregado un reconocimiento a Luis De La Cruz, quien se hizo bachiller en La Victoria, y una vez obtenida su libertad condicional, no solo logró insertarse en la sociedad, sino que cursa actualmente el segundo año en la profesión de Derecho y participa como facilitador del programa Quisqueya Aprende Contigo por su trayectoria dentro de la Escuela durante su vida como privado de libertad, así como por el fortalecimiento de sus valores.

En el acto, que se llevó a cabo en las instalaciones del recinto penitenciario, también participaron el procurador de la Corte de Apelación de Santo Domingo, magistrado Julio César Castro; la directora del Distrito 1002 de Sabana Perdida y María Virginia Paulino Castillo, y la directora del Centro de Estudios Nuestra Señora de las Mercedes, Carmen Rosario.

El Centro de Estudios Las Mercedes, bajo la dirección de la Pastoral Penitenciaria, surge tras un convenio que en el año 2006, firmara el entonces y actual procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, con la Arquidiócesis de Santo Domingo, representada por el Cardenal López Rodríguez. Posterior a dicho convenio, en el mismo año, la Procuraduría General firmó otro convenio con el Ministerio de Educación, para avalar las clases impartidas y la colaboración en la capacitación de los facilitadores.