Santiago. «Cuando me siento en esa sala de audiencias y escucho la forma en cómo se calculó, se organizó la tentativa de asesinato contra mi hijo, no pude más que llenarme de indignación y de impotencia y por eso he llorado», recordó hoy Ramón Antonio (Negro) Veras al explicar sobre el impacto que le produjeron las grabaciones que revelaban como se planificó el atentado contra su hijo Jordi Veras.

Negro y Jordi



Dijo que «esas lágrimas son las mismas que he botado cuando en otras épocas he visto las víctimas de (Joaquín) Balaguer».

«Cuando en Santiago vi a Ramoncito Vargas Vila con los órganos desprendidos; cuando vi el cadáver de Orlando Martínez, son las mismas lágrimas, cuando me sentí impotente ante las cosas feas que se exhiben en la sociedad y he tenido que ser un testigo de piedra en la sala de audiencias donde se ha conocido el caso de mi hijo», explicó.



«Solo quiero que se haga justicia contra cualquier persona que pudiera resultar culpable de los hechos del atentado de asesinato contra mi hijo Jordi, quien perdió su ojo derecho, sufrió además la ruptura del maxilar inferior y de la segunda vértebra y, tiene colocado un hueso artificial en la superficie de la nariz, son lesiones permanentes que no se van a borrar nunca», explicó.

Agregó que todo eso se debió al ver y escuchar en esa sala de audiencias «como fríamente se narraba la forma en que se quiso organizar la tentativa de asesinato contra Jordi Veras; y cómo se discutió la tarifa para matar a mi hijo».

Manifestó que sobre dichas grabaciones que le impactaron a él y su hijo Jordi durante el juicio, que «no ha lanzado flores a sus adversarios, pero ha jugado con cartas abiertas y francas; y ha sido leal en el debate público.EFE