Una empresa contratada por el ministro de Interior británico recibió críticas por obligar a los refugiados, necesitados de un asilo, a llevar una pulsera roja de plástico si querían recibir alimentos.

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Se trata de la empresa Clearsprings, que tomó esa medida en un centro de asilo en Cardiff,Gales, en el sudoeste del Reino Unido.

Clearsprings se defendió argumentando que necesitaba identificar a quienes tienen derecho a recibir comida, pero eso no frenó las críticas de políticos y organizaciones locales, que la acusaron de estigmatizar a los refugiados y compararon la medida a la identificación de los judíos bajo el régimen nazi.



“Recuerda al régimen nazi, cuando obligaban a la gente a llevar la estrella de David”, declaró Hannah Wharf, una responsable del Consejo galés de refugiados, WRC.

En tanto, Jo Stevens, diputado laborista de Cardiff, dijo en Twitter que habló con la empresa y que la obligación de llevar el brazalete cesará este lunes.

En definitiva, la cuestionada empresa señaló, a través de una declaración, que la medida quedó sin efecto.

Un refugiado explicó a The Guardian que, al ser fácilmente identificables por la pulsera, eran blanco de insultos más frecuentemente.

AFP