Por El comando Parra

La alerta llega de los consultores médicos del diario británico ‘Neurology’



Está comprobado que es peligroso, y hasta puede ser fatal conversar por el teléfono apoyándolo en el hombro y aguantándolo con la cabeza.

Generalmente hay una tendencia a hacer eso cuando necesitamos anotar lo que el interlocutor está diciendo. El caso relatado por la publicación científica se refiere a un psiquiatra francés que pasó una hora con el teléfono entre la cabeza y el hombro izquierdo. Cuando terminó, sufrió ceguera temporal y sintió dificultad para hablar, a lo que sobrevino un derrame cerebral.



MOTIVO: Un hueso minúsculo, pero puntiagudo, situado debajo de la oreja izquierda y detrás de la mandíbula, rompió los vasos que llevan la sangre hacia el cerebro. Ese rompimiento se produce porque la persona, sin sentirlo, va presionando cada vez más la cabeza sobre el teléfono y también, involuntariamente, va levantando el hombro.

Como es una práctica muy común este comportamiento, principalmente en las oficinas, muchas veces este problema afecta a las personas con intensidad y puede causar problemas por acumulación.