Informa el cronista Juan Carlos Jiménez que en un hecho sin precedentes en la historia de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) el presidente de esa entidad, Máximo Jiménez, no  envió a muchos de los cronistas las boletas de entrada a la ceremonia del Casandra, bajo el alegato de que estos no participaron en las asambleas de nominaciones de esa premiación.

La medida es considera ilegal porque ningún reglamento de Acroarte contempla eso y por derecho, el mismo de Jiménez lo tiene cada miembro de la institución que es la de participar de la entrega de los premios Casandra.



Se dice que este año hay más de cien nominados adicionales, que las boletas están escasas porque los patrocinadores siempre se adjudican la mayoría de los asientos para su gente y que entonces había que sacrificar a los verdaderos gestores del galardón que son los cronistas de arte.

Es la manera en que actúa el presidente de Acroarte, a quien desde un principio nunca le ha importado la suerte de sus compañeros, incluyendo a algunos que votaron por él en las pasadas elecciones que se quejan por el absolutismo y elitismo con el que se está manejando en un gremio que parece no cree que le pertenece a todos sus afiliados.