WASHINGTON. El hombre más alto del mundo, un turco llamado Sultan Kosen, de 2,51 metros de altura y 29 años de edad, dejó al fin de crecer luego de que su médico logró sanar su acromegalia, una enfermedad que impide que se detenga el período de crecimiento.



Kosen dijo que «es una bendición que se haya detenido el crecimiento» gracias a la radiocirugía a la que se sometió en Los Ángeles.

«Me siento honrado y agradecido por esta cirugía que me salvó la vida», dijo el hombre más alto del mundo en un correo electrónico a la AFP.



«Sin mi récord de Guiness, nunca hubiera tenido la oportunidad de contarle a las personas sobre mi condición», añadió. «Es una bendición».

Luego de casi dos años de radiocirugía con rayos gamma en el estado de Virginia (este), los doctores confirmaron esta semana que Kosean había superado su enfermedad de acromegalia causada por un raro desorden hormonal que causaba que siguiera creciendo incluso en su etapa de adulto.

«Dejó de crecer, es algo bueno», dijo el médico Jason Sheehan a la AFP. Este neurocirujano extirpó a Kosen, hace dos años, un tumor en el cerebro que causaba su crecimiento patológico.

«A causa de su tamaño, deberá seguir sometiéndose a tratamientos, pero confiamos en que su crecimiento no le causará problemas suplementarios», subrayó Sheehan, del centro médico de la universidad de Virginia (este de Estados Unidos).

Hijo de una pareja de agricultores de Mardin, en el sudeste de Turquía, Sultan Kosense se hizo famoso cuando entró al libro de récords Guinness en 2009 como «el hombre más grande del mundo». En ese entonces, medía 2,47 metros.