niños

 

Como padres nos cuestionamos constantemente la manera en la cual corregimos a nuestros hijos e hijas, ya que muchas veces analizamos distintas posibilidades y la trascendencia que pueden tener las mismas en su desarrollo, siempre enfocándonos en situaciones que aumenten el autoestima de ellos y ellas, y nunca en contra de la misma.



Una de las claves en la crianza es la constancia. Este arte de repetir constantemente, no solo de palabras, sino de acciones es una de las partes más difíciles de todo el proceso, nunca tiremos la toalla porque siempre veremos los frutos si no desistimos. Siempre dejemos un espacio importante para el dialogo y el amor, la repetición no tiene que ser monótona y aburrida, se puede hacer de diferentes maneras y siempre llevar el mismo mensaje ya que debemos pensar en que es desagradable hasta para nosotros mismos que nos digan una y otra vez, de la misma manera y con el mismo sentimiento lo que se supone que debemos hacer, nos hará a la larga o a la corta, sentirnos ineficientes y de esta forma no seremos productivos en nuestro aprendizaje.

Una disciplina efectiva es la que esta encausada directamente a propósitos firmes y constantes y siempre nos dará resultado, pero para implementarla debemos de ser también eficazmente disciplinados con nosotros mismos.



Esta se basa en cuatro claves fundamentales:

  1. Sorprenderlos cuando están siendo buenos: En este sentido, ningún castigo por mal comportamiento es tan poderoso como el premiar las conductas que se desean que existan cuando aparecen. Esto quedara como un sello en el corazón de nuestros hijos y nuestras hijas y nos acercará a ellos, no como amigos sino como guías de sus vidas.
  1. Hable sobre disciplina con su pareja o la persona que ayuda en la crianza: De esta manera se sentirán cómodos y podrán apoyarse y por supuesto esto contribuirá a dejar siempre la ventana de la comunicación abierta para que no ocurran malos entendidos o posibilidades de ser manipulados por los hijos e hijas en determinado momento. También transmitirá un sentido de coherencia que permitirá el entendimiento de que no serán manipulados ya que no existen baches emocionales.
  1. No advertir o avisar a su hijo o hija mas de una vez: Muchos avisos constantes dan el mensaje incierto de que no tenemos o no mostramos firmeza en lo que nos proponemos, ya que cuando ellos saben cuándo un comportamiento no es adecuado, no deben dárseles avisos o advertencia como modo de invitarlos a que pongan en practica su propio criterio de poder elegir el desarrollo de sus acciones. Eso si, debe saber previamente que esa acción traerá consecuencias y cuáles serán las mismas. Las reglas y los límites deben siempre estar esclarecidos a todas las edades siempre que vivan en la casa familiar.
  1. No le permita a sus hijos decidir cuestiones disciplinarias que solo le competen al adulto: En nuestra búsqueda por ser democráticos y democráticas, en ocasiones perdemos la dirección, ya que entregamos nuestra responsabilidad de ser padres a nuestros hijos e hijas y luego queremos tener resultados positivos en cuanto a disciplina, pero debemos estar claro que siempre existirá una jerarquía que se ganara el respeto a pulso de la combinación de amor, constancia y justicia, de esta manera seremos más responsables con nuestros hijos y con su crianza.

Por la Lic. Rosalba Gautreaux B. Para Ensegundos.net

Neuropsicopedagoga

Consultorio Psicoterapéutico Enmanuel

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