Por Fabienne FAUR

WASHINGTON. «Mad Men», la serie varias veces galardonada que devolvió glamour al hábito de fumar y a peinados de los años 1960 inicia este domingo un largo periplo en su séptima y última temporada en la televisión por cable de Estados Unidos y Latinoamérica, y un día después en España.



Mad_Men_season

Catorce episodios en dos tandas de siete serán difundidos hasta fines de 2015 para poner un punto final a las aventuras sentimentales y profesionales del personal de una agencia publicitaria neoyorquina, dominada por el bello y misterioso Don Draper (Jon Hamm).



El creador de la serie, Matthew Weiner, conocido por revelar lo indispensable sobre las intrigas por venir, señaló en una entrevista en el sitio en internet del canal AMC que la última temporada hablará del «mundo material e inmaterial».

Las «cosas de este mundo, la ambición, el éxito, el dinero, el tiempo, de una cierta manera y por contraste con lo que no vemos, la vida espiritual, interior», añadió. «Cuando las necesidades materiales están colmadas (…) ¿qué más queda?», se interroga.

Desde julio de 2007, «Mad Men» cuenta cada año el día a día de la agencia de publicidad Sterling Cooper, en la que se cruzan sobre un trasfondo de la historia estadounidense, los destinos de Peggy Olson (Elisabeth Moss), Joan Harris (Christina Hendricks), Roger Sterling (John Slattery) y Pete Campbell (Vincent Kartheiser) entre otros.

La serie ganó decenas de premios, entre los cuales a Mejor Serie Dramática en sus cuatro primeras temporadas y siempre quedó nominada en las dos siguientes.

«Mad Men» fue particularmente aclamada por su reconstrucción histórica y la belleza del vestuario que refleja el estilo chic impecable de la época, así como su propensión a tomar alcohol y fumar sin parar.

El último capítulo de la sexta temporada fue mirado por 2,6 millones de personas, y terminaba en la época de Thanksgiving en 1968.

Dejaba a Don Draper sin trabajo, al borde del divorcio y en conflicto con su hija, después de haber revelado el enorme secreto que se dejaba entrever y arrastró a lo largo de las temporadas anteriores.

La séptima temporada hablará «de las consecuencias de lo que Don Draper hizo en las últimas seis temporadas», dijo en guionista y productor de la serie. «Cuando uno busca un cambio, ¿en qué repercute en los demás?», se pregunta.

«Va a tener que arreglar el lío que armó», afirmó por su parte el actor Jon Hamm en una entrevista a la revista Rolling Stone.

Y un encuentro con los críticos estadounidenses de televisión dio hace poco nuevas pistas.

La nueva temporada ocurrirá tanto en la costa este como oeste del país.

La serie «empezó en 1960, cuando Nueva York era el centro no sólo de Estados Unidos sino también del mundo», dice Matthew Weiner, y muestra «el auge de California como centro cultural del país al final de esa década».

Weiner todavía tiene que escribir cinco episodios pero ya sabe hacia adónde se dirige junto a su equipo de escritores, al que se acaba de sumar, como consejero, el guionista Robert Towne, varias veces premiado con un Óscar entre otros en 1974 con «Chinatown» de Roman Polanski.

La historia debería seguir en 1969, por lo que se desprende del uso de la «chaqueta con flecos estilo Midnight Cowboy» de uno de sus personajes, analiza el sitio Slate.

El creador de la serie también indicó al sitio Vulture que las imágenes que se muestran en los avances ya públicados de los capítulos «no tienen nada que ver con la intriga».

La séptima temporada de la serie se estrenará este domingo en el canal de cable AMC en Estados Unidos y HBO en Latinoamérica, mientras que los televidentes españoles la podrán apreciar desde el lunes en Canal+.

AFP