Estados Unidos abrió una investigación penal contra la automotriz alemana Volkswagen, que admitió haber falseado las pruebas de emisiones contaminantes de unos 500.000 automóviles diésel vendidos en ese país, informó el martes a la AFP una fuente cercana al caso.
La división de recursos naturales del Departamento de Justicia encabeza la investigación, indicó la fuente, confirmando informes de prensa.
El escándalo se hizo público el viernes y la automotriz alemana suspendió las ventas de todos sus vehículos diésel en Estados Unidos, lo que podría costarle unos 18.000 millones de dólares.
La agencia californiana de protección del medioambiente (Carb) también lleva a cabo investigaciones.
La espiral del escándalo llegaba a varios países del mundo. Mientras Italia anunció que abrirá una pesquisa, Francia instaba a Europa a investigar, y en Corea del Sur se emitían citaciones contra directivos de VW.
El gobierno alemán ordenó un control minucioso de todos los modelos de la marca Volkswagen.
Volkswagen reconoció que unos 11 millones de vehículos en todo el mundo fueron equipados con un programa que detectaba automáticamente los controles de contaminación con el objetivo de falsear los resultados.