París, Francia. Los dos pilotos de avión franceses condenados en agosto a 20 años de cárcel en República Dominicana por tráfico de cocaína, regresaron a Francia el fin de semana pasado, anunció este lunes a la AFP su abogado francés.
Pascal Fauret y Bruno Odos «están en Francia pero no para huir de la justicia si no para buscar justicia. No se escaparon porque no estaban en prisión», afirmó el abogado Jean Reinhart.
En libertad a la espera de que se resuelva su apelación, los pilotos tenían sin embargo prohibido salir de República Dominicana.
Otros dos franceses fueron condenados a la misma pena de 20 años de prisión -que el gobierno francés calificó de «muy severas»- el 14 de agosto: el pasajero Nicolas Pisapia y el contratista del vuelo, Alain Castany.
Consultado por la AFP, el procurador general dominicano, Francisco Domínguez Brito, dijo que este martes hará una declaración sobre el caso.
Los cuatro franceses habían sido arrestados la noche del 19 de marzo de 2013 cuando se disponían a despegar del aeropuerto de Punta Cana rumbo a Francia a bordo de un avión Falcon 50, donde las autoridades encontraron 680 kilogramos de cocaína repartidos en 26 maletas.
El tribunal dominicano los consideró «culpables del crimen de asociación» y «posesión de sustancias controladas en la categoría de traficantes».
Los cuatro, que cumplieron 15 meses de prisión preventiva, fueron puestos en libertad en tanto se tramita la apelación, pero con prohibición de salir del país.
«Salieron de un país en el que la justicia no existe. No quieren huir de la justicia, es más, lo primero que hicieron al llegar fue escribir a la jueza de instrucción» a cargo del caso en Francia, insistió Reinhart.
«Nosotros depositamos el recurso de apelación», confirmó este a la AFP en Santo Domingo la abogada de los aviadores, María Elena Gratereaux, quien manifestó no estar al tanto de la salida de sus clientes. «Me enteré por la prensa, sostuvo.
Los cuatro franceses condenados alegaron su inocencia en el caso, en el que estaban también acusados de complicidad diez dominicanos (la mayoría militares al servicio de la Dirección General de Control de Drogas), seis de los cuales fueron absueltos y los otros cuatro fueron condenados a penas que van de 5 a 10 años de prisión.