París, Francia. El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó este sábado la oleada de atentados que causaron al menos 128 muertos y 250 heridos en París, calificados de «acto de guerra» por el presidente francés François Hollande.

«Ocho hermanos con cinturones explosivos y rifles de asalto» llevaron a cabo «un bendito ataque (…) contra la Francia Cruzada», afirmó el EI en un comunicado en internet.

Estado islamico

Poco antes de la reivindicación, Hollande lo calificó de «acto de guerra (…) cometido por Daesh (acrónimo árabe del EI), organizado desde el exterior y con complicidades internas que establecerá la investigación».

El presidente decretó tres días de duelo nacional en Francia, que se halla conmocionada y bajo estado de emergencia.

Los ataques fueron cometidos en la sala de conciertos Bataclan, en calles céntricas de la capital y en las inmediaciones del Estadio de Francia, en las afueras de París, donde Hollande asistía a un partido de fútbol amistoso entre Francia y Alemania.

Con al menos 128 muertos y más de 250 heridos, de los cuales 80 en «estado crítico», son los atentados más sangrientos en Europa desde los de Madrid en marzo de 2004.

En total fueron seis atentados casi simultáneos, casi todos en el este de la capital. Fueron cometidos por un número indeterminado de atacantes, de los cuales ocho murieron, siete de ellos haciéndose estallar.

Francia estaba en alerta máxima desde los atentados sangrientos de enero pasado contra el semanario satírico Charlie Hebdo y un supermercado kósher.

Los primeros testimonios de los supervivientes indican que los asaltantes gritaron «Alá Akbar» (Dios es grande) o mencionaron a gritos la intervención militar francesa en Siria, un país en guerra desde 2011 y donde Francia participa en los bombardeos de la coalición antiyihadista.

«Eran hombres extremadamente determinados, que recargaban metódicamente sus fusiles de asalto. Sin piedad», explicó Julien Pearce, un locutor de Europe 1 que sobrevivió al ataque en Bataclan.

La policía no ha podido identificar aún a los atacantes. «La mayoría quedaron pulverizados cuando hicieron saltar sus cargas», explicó una fuente policial.

La tragedia sembró el pánico en la capital, cuando faltan dos semanas para la conferencia sobre el clima de París (COP21), a la que asistirán más de cien jefes de Estado y de gobierno.

En la sala de conciertos, abarrotada por unos 1.500 espectadores, dos o tres asaltantes irrumpieron durante el concierto del grupo estadounidense Eagles of Death Metal. «Duró unos 10 o 15 minutos. Fue sumamente violento y hubo una ola de pánico», contó el locutor.

«Les he oído decir claramente a los rehenes: ‘La culpa es de Hollande, la culpa es de vuestro presidente, no tiene por qué intervenir en Siria. Hablaron también de Irak», declaró por su parte a la AFP Pierre Janaszak, de 35 años, que estaba en Bataclan.

Los atacantes tomaron rehenes en la sala. Las fuerzas de seguridad dieron el asalto «muy pronto porque mataban a todo el mundo», declaró una fuente próxima a la investigación.

«Dentro era una carnicería, personas con balas en la cabeza, gente a la que dispararon cuando estaban en el suelo», describe un policía que afirma haber participado en la intervención por la noche.

Los eventos deportivos fueron suspendidos en la región parisina, los museos, las escuelas y lugares turísticos, cerrados. Se prohibieron las manifestaciones hasta el jueves.

Bélgica pidió este sábado a sus ciudadanos que eviten viajar a París.

Las reacciones internacionales fueron de cólera, condena y solidaridad. Los gobiernos alemán y británico convocaron reuniones de urgencia el sábado por la mañana. La víspera, el presidente Barack Obama ya había denunciado este «ataque contra la Humanidad».

Los atentados desencandenaron una oleada de solidaridad a través de las redes sociales, con parisinos ofreciendo hospedaje a las personas atrapadas por las medidas de seguridad.

El ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, pidió «coordinar la lucha internacional contra el terrorismo», mientras que en Viena se abría el sábado una reunión ministerial sobre el futuro de Siria.

Paralelamente el presidente sirio Bashar al Asad afirmó que «las políticas erróneas adoptadas en la región por los países occidentales y en particular por Francia contribuyeron a la expansión del terrorismo».

El presidente iraní, Hasan Rohani, aliado de Asad en Siria, tildó por el contrario los atentados de «crimen de lesa humanidad» y aplazó su primer viaje a Europa que incluía una etapa en Francia el lunes.

En aras de la unidad nacional, los principales partidos y personalidades políticas francesas anunciaron la suspensión de la campaña electoral para las elecciones regionales previstas en diciembre.