Barack Obama y su familia llegaron este sábado a Hawái, el estado natal del presidente estadounidense, donde pasarán las vacaciones de Navidad y de Año Nuevo.
Obama, que se quitó la chaqueta y la corbata, descendió del Air Force One con una sonrisa bajo una ligera llovizna.
La primera dama, Michelle Obama, y sus hijas Malia y Sasha, le siguieron cuando salió a la pista de la base conjunta de Pearl Harbor-Hickam en Honolulu.
De camino a sus vacaciones, Obama hizo una parada en San Bernardino, California, donde se reunió con las familias de las víctimas y sobrevivientes de la masacre el 2 de diciembre en un centro de discapacitados, que dejó 14 muertos.
Durante el encuentro de tres horas, el mandatario les dijo que representan «lo bueno de este país» y les hizo un reconocimiento por trabajar en favor de la tolerancia.
En Hawái, la caravana del presidente llevó a la familia Obama a una residencia alquilada en las costas de Kailua, a 20 km al noreste de la capital.
Obama, quien podría estar iniciando sus últimas vacaciones en Hawái como presidente porque en estas fechas de 2016 estará preparando su sucesión en el poder, habitualmente pasa el tiempo jugando gol, en la playa con su familia y atendiendo asuntos oficiales.
