Por el pastor Daniel González

Primer requisito: aconsejar de forma adecuada.



 

“El ungüento y el perfume alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre”(Proverbios 27.9).

Una de las funciones que tenemos como amigos es la de saber dar un buen consejo y, además, darlo de forma adecuada.



Amigos

En este sentido no solo importa el qué sino también el cómo, por eso en este caso la Biblia enseña que debemos hacerlo de forma cordial.

Segundo requisito: evitar el chisme.

“El hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos”(Proverbios 16.28).

El chisme debe ser uno de los principales factores de perjuicio en nuestras amistades y hay que evitar caer en él.

Aun cuando un comentario pueda estar bien intencionado igual esa indiscreción terminará estropeando la relación, por eso debemos reflexionar antes de hablar.

Tercer requisito: no escrachar.

“El que cubre la falta busca amistad; mas el que la divulga, aparta al amigo”(Proverbios 17.9).

Aquí la Palabra no está diciendo que debemos ser cómplices y apañar las faltas de nuestros amigos sino no divulgarlas y tratarlas con ellos en reserva.

No te olvides que una clave fundamental para la amistad es destacar las virtudes en público y mostrar los defectos en privado.

Cuarto requisito: ser ubicados.

“El que bendice a su amigo en alta voz, madrugando de mañana, por maldición se le contará» (Proverbios 27.14).

Aun una bendición pronunciada de forma incorrecta o en un momento inoportuno es tomada como una maldición.

Al cuidar las formas, cuidarás tus amistades y esto hará que quieran relacionarse contigo y no teman por tu comportamiento.

Quinto requisito: respetar los espacios.

“No frecuentes la casa de tu amigo; no sea que lo fastidies y llegue a aborrecerte” (Proverbios 25.17, NVI).

En primer lugar, literalmente no vivas metido en la casa de tus amigos y menos sin que ellos te hayan invitado, aun cuando haya confianza.

En segundo lugar, aplícalo también a respetar los espacios de los demás, evitando ser un pegote aun cuando compartas un tiempo específico con ellos, como el de las vacaciones.

Amigas

Yo bendigo tu vida para que en este tiempo puedas desarrollar amistades sanas y también actuar de forma sana, para poder conservarlas en el tiempo.