El portal español conmuchagula.com elaboró un listado donde enumera los 10 mejores vinos que se pueden conseguir con menos de 10 euros.



No siempre los vinos más caros son los mejores. El secreto está en conocer también aquellos que, además de ser económicos, tienen una relación calidad-precio excepcional.

Disfrutar de un gran vino en casa por menos de diez euros es una buena opción para todo el mundo. Pero si, además, lo elige una experta con criterio y experiencia, es una maravilla. Alicia Estrada nos propone, un año más, su top ten de Los mejores vinos por menos de 10 euros 2017, que reseñamos a continuación.



1 Opta 2010. D.O. Vino de Pago Calzadilla. 9,95 euros. Lujo Necesario. Alcarria Conquense. Los vinos de pago reconocen el valor de una bodega que, por su terroir excepcional, ofrece vinos diferenciales de constatada calidad. La elegancia del tempranillo, la amabilidad de la garnacha y la fuerza de la syrah configuran un tinto profundo, lleno de personalidad, que invita al disfrute hedonista.

2 Yaso 2014. D.O. Toro. 9,50 euros. Salud. Toro Salamanca. Incursión zamorana de la familia Osborne, este vino de finca resulta un toro muy noble, de carácter amable y frutal. El vino sabe manener el vínculo histórico una tierra de profundas tradiciones, y aunar fuerza y volumen sin perder elegancia.

3 La Guita en Rama. Saca estacional. 9,15 euros. Calendarios de Sanlúcar, Salúcar, Cádiz. En cada estación, se embotella el alma de La Guita para ofrecer, a través de la experiencia de las sacas, la expresión más pura y cierta del velo de flor.

4 La Forcallà de Antonia 2014. D.O. Valencia. 8.90 euros. Segunda Oportunidad. Valencia. El tesón de algunos viticultores ofrece nuevas oportunidades a variedades humildes y casi desaparecidas como la Forcallà, recuperada por Rafael Cambra en el sur de Valencia. Un vino muy personal, elegante y maduro, fiel reflejo de la viña mediterránea.

5 Cantayano 2014. V.T. Castilla y León. 8,95 euros. Música Heróica. La Seca, Rueda, Valladolid. Vino firmado por su viticultor, Isaac Cantalapiedra; bodega joven y familiar que recoge en Cantayano la tradición de sus ancestros en las tierras pedregosas de La Seca, cuna de la mejor verdejo. Blanco que muestra toda la tipicidad de esta variedad: nariz discreta pero conversación potente, frutal y muy fresca.

6 Merian 2015 D.O Terra Alta. 7,75 euros. Con Carácter. Batea, Tarragona. La seriedad de un vino de garnacha blanca, mediterráneo, con potencia y volumen. Un blanco de fuerte personalidad, gastronómico, presentado al desnudo, sin maquillajes, sin madera, apenas con una leve crianza sobre sus lías. Y con él, el descubrimiento de un territorio que tiene mucho que contar al amante del vino.

7 Finca San Martín Crianza 2013. D.O CA. Rioja. 6,90 euros. Lujo en la Sencillez. Torre de Oña, Rioja. Beber Finca San Martín es beber Rioja Alavesa. Un crianza que muestra la tipicidad de esta tierra en una expresión fresca, vivaz y llena de fruta, fácil de beber, aunque no carente de complejidad, y con esos toques especiados tan queridos por los vinos de Rioja.

8 Avan Nacimiento 2013. D.O. Ribera del Duero. 9,95 euros. Emociones. Fuentelcésped, Ribera del Duero, Burgos. Juego de contrastes para avanzar sin olvidar el pasado. Un vino, visión moderna de la Ribera, que sabe mantenerse fiel a sus orígenes, encarando el futuro desde una visión ecológica y poco intervencionista, tanto del trabajo de campo como de bodega.

9 8 Vírgenes Serranas 2014. D.O.P. Sierra de Salamanca. 9,20 euros. Vino de Patrimonio. Mogarraz, Salamanca. Reivindicación de la tradición ancestral del vino en la Sierra de Francia. Palomino fino, rufete blanco y moscatel de grano menudo conforman una unión poco convencional, con presencia de la variedad más salmantina: la rara rufete. Un vino blanco diferente y lleno de sorpresas.

10 Petit rosé 2015. D.O. Ribera del Duero. 9,90 euros. Entre dos ríos. San Esteban de Gormaz, Ribera del Duero, Soria. Le Rosé es un gran rosado elaborado por el francés del Loira, Bertrand Sourdais, en tierras sorianas. Este es su hermano pequeño, llamado hasta ahora Roselito y que llega rebautizado, pero con las misma elegancia y sutileza de siempre: un suspiro fresco y mineral en la adustez de la vieja Castilla.