La cantidad de jóvenes que se embarazan en el país, equivalente al 20.5% de las adolescentes entre 15 y 19 años, constituye un problema de salud y económico, a decir de la viceministra de Salud Colectiva, Mercedes Rodríguez.
Sin embargo, la inversión del Estado para prevenir esos embarazos se queda corta ante la realidad. Las cifras indican que “el costo de estimado de atención del embarazo y la maternidad en adolescentes representa 33 veces la inversión estimada del Plan Nacional de Prevención del embarazo en adolescentes, es decir, dos mil 103 millones anuales”.
Indica el periódico Diario Libre que los datos se ofrecieron durante la presentaron esta mañana del Mapa de Embarazos en Adolescentes, a cargo del programa Progresando con Solidaridad (Prosoli), de la Vicepresidencia de la República, el Ministerio de Salud, la Oficina Nacional de Estadística y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
De acuerdo con el mapa, alimentado con los datos sobre la situación de las niñas y adolescentes embarazadas al año 2015, tanto por provincias y regiones de salud, los mayores porcentajes los tienen las provincias María Trinidad Sánchez, con 32%, Peravia 31%.
Altagracia Suriel, directora de Prosoli, recalcó la necesidad de que se toman medidas de prevención.
Entiende que los embarazos a tan temprana edad constituyen un lastre para la erradicación de la pobreza en el país. Y entre las acciones que han identificado desde la Vicepresidencia, destaca el profundizar en la investigación en los factores que influyen en las uniones con o entre adolescentes.
De acuerdo con Sonia Vázquez, representante de UNFPA, el país está entre los cinco con mayor proporción de embarazos en América Latina, con una tasa de natalidad entre los jóvenes de 15 a 19 de 90 por cada mil, cuando a nivel mundial es de 51 por mil.