Autoridades guatemaltecas habilitaron este lunes la primera cárcel inspirada en el modelo de República Dominicana, con cero hacinamiento, educación académica y práctica de oficios por parte de los presos, en un acto al que asistió el subsecretario para Asuntos Antinarcóticos de Estados Unidos, William Brownfield.



Con el apoyo de Washington, el gobierno guatemalteco pretende implementar gradualmente el nuevo modelo y transformar el actual sistema de cárceles, destacado por la sobrepoblación y la falta de programas de rehabilitación.

«Este es el punto de partida para la remodelación y la reforma integral del sistema penitenciario de Guatemala», dijo el presidente guatemalteco Jimmy Morales al inaugurar el primer centro de rehabilitación y reinserción en el complejo carcelario de Fraijanes, un municipio colindante al este con la capital.



El centro tiene la capacidad para albergar a 150 mujeres que se encuentran actualmente recluidas en otras prisiones y que serán trasladas gradualmente en las próximas semanas.

De acuerdo con funcionarios del ministerio del Interior, el sistema penitenciario actual ha fracasado al punto de que 7 de cada 10 reclusos que cumplen sus penas vuelven a cometer delitos.

«Hemos convertido las prisiones en centros de capacitación y posgrado en delincuencia y criminalidad, y peor aún, en centros de reclutamiento para las maras y pandillas en todo el país», señaló por su lado el subsecretario Brownfield, quien realiza una visita al país centroamericano.

Las 22 cárceles estatales de Guatemala tienen una capacidad instalada para 7.000 reclusos pero albergan 20.800, una sobrepoblación de casi el 200%.

En octubre pasado, el dominicano Roberto Santana, creador del modelo penitenciario instaurado hace 15 años en su país, explicó que la cifra de reincidencia es de 2,7% entre unos 8.000 presos que han pasado por el programa.

El modelo dominicano capacita a los reclusos en trabajos agropecuarios, mecánica de automóviles, artesanías y producción de alimentos, entre otros oficios.

Para la fase inicial del nuevo modelo penitenciario, Estados Unidos otorgó 1,5 millones de dólares y se espera que el próximo año se entreguen 8 millones adicionales, anunció Brownfield.