La vida laboral implica una serie de sacrificios que muchas veces, queramos o no, tenemos que aceptar. Así es como son miles las personas que trabajan como secretarios en una oficina, dirigiendo una empresa desde un escritorio, o escribiendo notas desde una sala de redacción.
¿Qué tienen en común estos trabajos? Todos pasan la mayor parte del tiempo laboral sentados.
Lo anterior, en general, se asocia sólo a un problema principal, motivo de diversas campañas que buscan erradicarlo: la obesidad.
No obstante, de acuerdo al medio especializado Salud180, estar sentado por más de seis horas al día aumenta en un 40% la posibilidad de que mueras en los próximos 15 años, independiente de qué tan activa sea tu vida cuando estás de pie.
De acuerdo a Télam Nestor Lentini, especialista en medicina del deporte del Hospital Universitario Austral de Argentina, “el cuerpo comienza a desestructurarse tan pronto como se acomoda en la silla”.
Afirma, además, que “la actividad eléctrica en las piernas se detiene, el consumo de energía baja a una caloría por minuto y las enzimas que ayudan a descomponer las moléculas de grasa disminuyen un 90%””
Y esto no queda ahí. James A. Lavine, director de Obesity Solutions de Mayo Clinic y Charles E. Matthews, investigador del National Cancer Institute, explican a continuación cuáles son los otros riesgos de pasar mucho tiempo sentado.
1. Flacidez en los glúteos
Cuando estás sentado tus gluteos descansan… demasiado. De hecho, no hacen nada, y se acostumbran a ello. De esta forma se hacen, exponencialmente, flácidos.
De acuerdo a los especialistas, esto podría dañar la capacidad que tienes para moverte, estabilizarte y mantener un paso firme. Y claro, si es que te resulta importante, también puede perjudicar tu imagen.
2. Degeneración muscular
Según los entendidos, el casi nulo movimiento de los músculos abdominales y, encima, mantener apretados los de la espalda, producirían que se exagere el arco natural de la columna.
Esto se aprecia cuando, por ejemplo, las personas están estiradas boca arriba sobre una superficie dura: presentan un gran “espacio” bajo la zona lumbar.
“Hiperlordosis” es el nombre técnico de tal condición, que puede afectar a nivel cervical o lumbar.
3. Mala circulación en las piernas
Al estar sentado por un período prolongado, la circulación de la sangre en las piernas se estanca.
Esto podría ocasionar padecimientos desde tobillos hinchados, várices -como el de la foto- o, incluso, una trombosis venosas profundas, puesto que la sangre líquida podría transformarse a estado sólido dentro de las venas.
4. Ablandamiento de huesos
Los huesos de la parte inferior del cuerpo se endurecen a medida que se realizan actividades físicas como correr, saltar o caminar. Al contrario, tras no hacerlo, los huesos se ablandan.
Estar sentado por un tiempo prolongado permitiría que, eventualmente, se desarrolle la osteoporosis en tus huesos, una enfermedad en la que estos, especialmente los de la cadera, se vuelven frágiles y se quiebran fácilmente.
5. Problemas al cerebro
Un cuerpo en movimiento bombea sangre y oxígeno fresco a todos los órganos del cuerpo… en especial, al cerebro. Asimismo, permite que se liberen diversos productos químicos corporales que mejoran el estado psicológico.
En modo sedentario, esto no ocurre. Así, se ocasionarían desórdenes del ánimo y se ralentiza la función cerebral.
6. Se debilita la columna
Tras horas de no mover la espalda, la columna pierde flexibilidad, haciéndote más propenso a lesionarte mientras realizas otras actividades.
Por otro lado, es inegable que la mayoría de las personas, estando sentados, adoptan una postura curva. Esto podría producir un torcimiento de las vértebras cervicales, quienes son las principales responsables de amortiguar el peso del cuerpo.
Por si lees esta nota sentado: párate y camina. Si no te convences aún, un estudio publicado porAnnals of Internal Medicine asegura que, al estar sentado más de 8 horas al día, las posibilidades de que padezcas diabetes tipo 2 aumentan en un 90%.
Esta enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una importante causa de ceguera, insuficiencia renal, infarto al miocardio, accidente cerebro vascular y amputación de los miembros inferiores.
De hecho, solo en 2012, cerca de 4 millones de muertes en el mundo son atribuibles a la diabetes.