¿Te ha pasado que al final del día, te encuentras con tu pareja en la cama y te das cuenta que lleva una eternidad ‘pegado’ a su celular jugando, revisando las redes sociales o chateando?
¿O peor aún, que ambos se encuentran a cada lado de la cama en sus respectivos smarthphones sin cruzar ni una sola palabra?
¿O que te encuentras comiendo con tu novio o novia e intentas contarle algo, pero esa persona está más concentrada revisando su celular?
El Phubbing hace parte de la lista de los trastornos derivados de la expansión del internet y las nuevas tecnologías, en la que se encuentra la nomofobia y el síndrome de Google. El termino, surge de la mezcla de las palabras ‘Phone’ y ‘Snubbing’ que significa ‘despreciar’, y básicamente es cuando ignoramos a la persona con la que nos encontramos por prestar más atención al celular. (Nomofobia y cibercondría, los síndromes de la tecnología)
Según el estudio ‘Mobile Consumer Habits’ podemos llegar a revisar nuestro teléfono cada 15 minutos en busca de notificaciones en las redes sociales y este hábito perjudica principalmente a los jóvenes, ya que cerca del 80% de ellos, basan su autoestima en el número de ‘Likes’ y ‘Followers’ que tienen en cada publicación.
Esta práctica, además de ser considerada de ‘mal gusto’ y ‘grosera’, puede llegar a afectar drásticamente las relaciones sociales hasta la salud mental. Así lo han advertido académicos de la Universidad de Baylor, quienes realizaron una investigación que muestra las consecuencias del Phubbing específicamente en las parejas.
El estudio conducido por James A. Roberts y Meredith David de la Escuela de Negocios Hankamer de la Universidad de Baylor, consistió en dos encuestas separadas para conocer si el Phubbing hacía parte de su relación de pareja y los efectos que este traía. El ejercicio permitió detectar diversos modos de Phubbing que se dan en las relaciones sentimentales: “Mi pareja mira su celular cada vez que puede durante un almuerzo o cena”, “Cada vez que su celular suena, mi pareja no duda en interrumpir una conversación para atenderlo”, “Cuando hay un silencio en una conversación, la primera reacción de mi pareja es mirar su celular”.
En cifras, el 46,3% de los participantes dijeron haber sido “phubbed” por su pareja. El 22,6% señaló sentir que esta práctica causó conflictos en sus relaciones y el 36,6% confesó hacerse sentido deprimido algunas veces por esta causa. “En las interacciones cotidianas con personas significativas, las personas a menudo asumen que las distracciones momentáneas por sus teléfonos celulares no son un gran problema -dijo Meredith David- sin embargo, nuestros resultados sugieren que entre más frecuentes sean las interrupciones del tiempo que una pareja pasa junta, debido a que uno de ellos atiende el teléfono celular, menos probable es que la otra persona esté satisfecha en la relación en general”.
Dudas sobre la relación, depresión y la inseguridad son algunas de las consecuencias del Phubbing, causando una insatisfacción generalizada: «Lo que descubrimos fue que cuando alguien percibe que está siendo ignorado por su pareja (phubbed) crea conflictos y bajan los niveles de satisfacción con la relación; estos menores niveles de satisfacción con la relación, a su vez, conducen a niveles más bajos de satisfacción con la vida y, en definitiva, a niveles más altos de depresión” dijo James A. Roberts.
¿La solución?
Joanne Davila publicó un informe en la revista Psychology Today, en el que advierte sobre las acciones que se deben tomar en contra del Phubbing. Para Davila, cuando hay Phubbing, «una parte de la pareja siente que no le importa realmente al otro. No se siente escuchada ni priorizada. Y cuando esto sucede, la gente empieza a sentirse insegura, las parejas entran en conflicto y se amenaza la intimidad. Así, se termina comprometiendo la salud de la relación».
Davila establece tres factores determinantes para hacerle frente a este trastorno sin perjudicar la armonía de la relación: Introspección, mutualidad y regulación de emociones. “La introspección habla sobre la conciencia, la comprensión del otro y el aprendizaje; la mutualidad consiste en reconocer que ambas personas tienen necesidades y ambas son importantes; y la regulación de las emociones es la capacidad de controlar los sentimientos que afloran en respuesta a las cosas que suceden en la relación”.
La interacción de estas tres habilidades, crea el entorno para tomar decisiones saludables y reducir los comportamientos que están creando problemas en la relación. “Si tu pareja y tu son conscientes y se preocupan por las necesidades del otro, entonces podrán trabajar juntos en una solución que respete a los dos. Y tendrás que hacer todo mientras regulas tus emociones: mantener la calma, pensar en tus opciones, no decir o hacer cosas impulsivas o dañinas”.
Fuente: Cromos.elespectador.com