Quizás esta es la noticia que muchos de los que no simpatizan con la Navidad estaban esperando, sobre todo por esa música que suena antes, durante y después de la celebración: la sobredosis de música festiva es oficialmente mala para tu salud mental.
Al parecer las canciones de Navidad en realidad nos impiden concentrarnos en otras cosas que no sean en esa fecha en particular.
Según la psicóloga Linda Blair, escuchar villancicos repetidamente podría tener un efecto negativo en el cerebro, consigna el sitio informativo británico Independent.
“Las personas que trabajan en las tiendas en Navidad tienen que desconectarse de la música navideña porque si no lo hacen, realmente impide que te concentres en otra cosa”, afirma. “Simplemente gastas toda tu energía tratando de no escuchar lo que estás escuchando”.
Puede que no te sorprenda con el hecho de que escuchar repetidamente música navideña no sea lo mejor para tus niveles de concentración o cordura.
Sin embargo, la investigación muestra que lograr un buen equilibrio entre los olores festivos y la música puede afectar positivamente el entorno comercial, haciendo que los clientes sean más felices.
Un estudio de 2005 descubrió que cuando se lograba esta simetría perfecta entre la canción y el aroma, alentaba a las personas a pasar más tiempo en una tienda y, posteriormente, a aumentar las ventas.
Sin embargo, ciertos tipos de música son más efectivos que otros, explica el profesor de marketing Eric Spangenberg, que ha estudiado el efecto de la música navideña en el comercio.
La música lenta disminuye la velocidad de los compradores. Lo que significa que permanecerán en las tiendas más tiempo, mientras que las canciones de ritmo acelerado pueden apurarlos e incluso lograr que se vayan en un menor tiempo.