El FMI anunció este domingo la adopción de un nuevo marco regulatorio diseñado para evaluar de manera «más sistemática» la corrupción en los 189 países miembros, subrayando que ese flagelo socava el crecimiento, la inversión y los ingresos fiscales.

Este nuevo marco, aprobado por el Comité Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) el 6 de abril, permite a los equipos de la institución «evaluar regularmente» la naturaleza y la gravedad de la corrupción en sus miembros, según un comunicado del organismo.



Este enfoque se implementará a partir del 1 de julio próximo, dijo un funcionario de la institución internacional.



«El foco está en la gobernanza de una manera global, no solo en la corrupción», expresó el FMI. Porque «las debilidades del gobierno (…) generalmente abren puertas a la corrupción», agregó.

La institución con sede en Washington también enfatizó que la lucha contra la corrupción no debe limitarse a enviar a los culpables a prisión: «La sustentabilidad a largo plazo requiere amplias reformas normativas e institucionales para mejorar la transparencia y la responsabilidad».

Más tarde, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, expresó en un comunicado: «Sabemos que la corrupción perjudica a los pobres, obstaculiza las oportunidades económicas y la movilidad social, socava la confianza en las instituciones y hace que se destruya la cohesión social».

«Ahora hemos adoptado un marco para un mayor compromiso sobre la gobernanza y la corrupción con el objetivo de realizar un trabajo más sistemático, equitativo, efectivo y sincero con los países miembros», acotó.

En su nuevo desarrollo, el FMI tiene la intención de abordar también a las empresas privadas dedicadas a prácticas corruptas.

Con este fin, alienta a los países miembros a «prestarse voluntariamente a una evaluación de sus dispositivos legales e institucionales» como parte de las misiones de supervisión del FMI.

«Será una cuestión de si criminalizan y juzgan el soborno de funcionarios extranjeros, y si tienen mecanismos adecuados para erradicar el lavado de dinero y el ocultamiento de dinero sucio», expresó el Fondo.

Sin embargo, funcionarios del FMI aseguraron que no esperan que la nueva política genere condiciones más estrictas para los préstamos, que se destinan a una minoría de los 189 miembros del Fondo y que ya incluyen disposiciones anticorrupción.

La corrupción se lleva el 2% de la riqueza mundial cada año y socava la distribución equitativa del crecimiento económico, indicó el FMI en un informe anterior publicado en mayo de 2016.

Por sí solo, los sobornos pagados cada año en el mundo totalizan entre 1,5 billones y 2 billones de dólares, no muy lejos del Producto Interno Bruto (PIB) francés.

La nueva política del Fondo surge en momentos en que las autoridades ucranianas trabajan para implementar nuevas y estrictas reformas anticorrupción a instancias del FMI, que ha retrasado la última entrega de un paquete de ayuda de 17.500 millones de dólares.