El número de turistas borrachos que acaban en estado crítico en hospitales de las Islas Baleares, en España, tras saltar desde balcones se ha disparado este año, alertó un médico y autor de un estudio sobre la cuestión.
La llamada práctica del «balconing», que se suavizó en 2016 y 2017 gracias a una campaña de concienciación, se ha vuelto a poner de moda en estas islas conocidas por destinos como Magaluf o Ibiza, explica Juan José Segura, cirujano en el hospital Son Espases de Palma de Mallorca.
El «balconing» consiste en saltar intencionadamente desde un balcón a una piscina, o a otro balcón. Una práctica que puede tener consecuencias trágicas, sobre todo si se hace bajo los efectos de alcohol o de las drogas.
Segura explica que el fenómeno es especialmente marcado entre turistas británicos e irlandeses.
No tiene cifras definitivas, como tampoco las tienen las autoridades, pero señala que su centro ha tenido que tratar al menos seis casos este año, protagonizados por británicos e irlandeses y también por un francés.
Tres de ellos murieron, mientras que el resto resultaron gravemente heridos, algunos de ellos incluso paralizados.
El aumento es significativo en comparación con 2016 y 2017, cuando cuenta que hubo en total seis casos y ningún muerto.
«Parece que este año no va a ser como los previos, sino que se va a retomar la tendencia inicial de entre 2010 y 2015, de 10-15 casos cada verano», añade.
Estas cifras se refieren sólo a los que son tratados en el hospital de Son Espases, lo que significa que podría haber más casos en el archipiélago.
– Casos dramáticos –
Sólo esta semana, tres personas cayeron desde un balcón en las Islas Baleares, aunque alguno de ellos podría haber sido accidental.
Un chico irlandés de 14 años murió tras caer este miércoles desde el balcón de un hotel en Mallorca, donde se encontraba con su madre, indicó la Guardia Civil. Según parece «estaba jugando en el balcón» y se cayó, indicó un portavoz de este cuerpo policial.
También el miércoles, un veinteañero cayó desde un balcón mientras pasaba sus vacaciones en la isla de Ibiza, y se encuentra grave. Medios británicos lo identificaron como un concejal del ayuntamiento de Londres, de nombre Tolga Aramaz.
Y este viernes, los servicios de emergencias atendieron a otro veinteañero, que cayó de un balcón en la isla de Formentera.
Segura, que en tanto que cirujano ve «muchos casos dramáticos pero por enfermedad tipo cáncer», dice que las heridas debidas al «balconing» son especialmente impactantes.
«Ver una persona joven que no tiene absolutamente ningún problema, que estaba en la flor de la vida, que tenía mil proyectos por delante (…) que o bien mueren o bien quedan totalmente postrados, incapaces de hacer nada por sí mismos por toda la vida, es realmente dramático», lamenta.
– Multas para disuadir –
En un estudio efectuado sobre el período 2010-2015, Segura encontró que su hospital trató a 46 pacientes. En más de un 60% eran británicos, seguidos de alemanes y españoles.
Todos ellos eran hombres salvo una mujer, y la media de edad era de 24 años. Las caídas fueron de una altura media de ocho metros.
Segura explica que ha participado en campañas de concienciación en Reino Unido y que ha trabajado con la embajada británica en España.
Por su lado, las autoridades baleares y el sector turístico también están tratando de atajar el problema.
«Los hoteleros entregan folletos, hacen advertencias. A todos los jóvenes de este tipo, los ponen en las plantas más bajas», expone Segura.
En el municipio de Calvià, que incluye Magaluf, «el ayuntamiento está poniendo multas a todos los que intentan saltar de un balcón a otro» y «están prohibiendo la venta de alcohol en horarios nocturnos en tiendas», añade.