Santo Domingo. El 88% de los estudiantes dominicanos de catorce años, matriculados en octavo grado (actualmente segundo de básica secundaria), tiene un conocimiento y comprensión inferior al deseado sobre las instituciones, la democracia, ciudadanía e institucionalidad.

Esto quedó evidenciado en el Estudio Internacional de Educación Cívica y Ciudadana (ICCS), elaborado en el 2016 por la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo (IEA) en el que participaron 16 países europeos, tres asiáticos y cinco latinoamericanos, de los cuales, la República Dominicana obtuvo el nivel de desempeño más bajo.



Sólo el 1.2% se ubica en el nivel A de conocimiento; un 11% en el nivel B; 30% en el nivel C; 38.7% en el nivel D y el 19% restante por debajo del nivel medido en la prueba internacional que mide el conocimiento, análisis y razonamiento cívico y ciudadano.

El objetivo central del estudio en el que participaron 25 países es analizar qué tan preparados están los estudiantes para ejercer sus roles como ciudadanos adultos, partiendo de temas relacionados con el Gobierno, la convivencia pacífica y la diversidad.



Indica el periódico El Caribe que La medición, que también aplica cuestionarios a los docentes y directores de los centros seleccionados, se basa en las percepciones de los alumnos sobre los gobiernos autoritarios, las dictaduras y las prácticas corruptas, así como sus actitudes hacia la violencia y la aceptación de la desobediencia de la ley, entre otros tópicos.

Los resultados muestran que los estudiantes con mayores niveles de conocimiento cívico tienden a avalar en menor proporción la corrupción en el servicio civil y el gobierno y también a manifestar bajos niveles de confianza en importantes instituciones dentro de una sociedad democrática, como son los partidos políticos y los gobiernos.

Tolerancia hacia la corrupción

Quizás esto explique que el 56% de los estudiantes dominicanos justifiquen las prácticas clientelares y corruptas en el servicio público y el gobierno, por encima del promedio latinoamericano.

Con respecto a este tema, a los estudiantes se les preguntó si es aceptable que un funcionario público acepte sobornos cuando su salario es muy bajo; si es apropiado que un funcionario público utilice los recursos de la institución donde trabaja para su beneficio personal; si considera bueno un candidato que les da beneficios personales a los electores a cambio de su voto; si es aceptable pagarle algo adicional a un funcionario público para obtener un beneficio personal y si es aceptable que un funcionario público apoye a sus amigos consiguiéndoles empleos en su oficina.

En la mayoría de los 25 países estudiados, los estudiantes veían malo para la democracia el nepotismo, la injerencia del gobierno en las decisiones de los tribunales o el encarcelamiento de los sospechosos de manera indefinida. Sin embargo, la República Dominicana obtuvo el mayor porcentaje de estudiantes que consideraron que esto no afectaba la democracia.

Los investigadores argumentan que los estudiantes con mayores niveles de conocimiento son más conscientes del impacto que pueden tener los altos niveles de corrupción e ineficiencia en el funcionamiento democrático de las instituciones cívicas.

Mientras el 36% de sus homólogos latinoamericanos manifiestan baja confianza en los partidos políticos, el 50% de los participantes dominicanos expresaron total o bastante confianza en estas instituciones, en tanto, el nivel de aprobación se eleva a un 78% cuando se les pregunta sobre su confianza en el Gobierno.

Autoritarismo y dictaduras

El estudio revela que el 55% de los estudiantes dominicanos aprueban prácticas de gobierno autoritarias. Sobre este tema se les preguntaba a los estudiantes si estaban de acuerdo o muy de acuerdo con afirmaciones del tipo: “La opinión más importante del país debe ser la del presidente”; “Las personas que tengan opiniones diferentes al gobierno deben ser consideradas como sus enemigos”; Si el presidente no está de acuerdo con el Congreso debería disolverlo”. “Es justo que el gobierno no cumpla con las leyes cuando lo crea necesario”, entre otras.

En la mayoría de países hubo más estudiantes que valoraron como positivo para la democracia que las personas pudieran manifestar sus críticas hacia el gobierno. En seis países, más de un tercio consideraban que esto era malo para la democracia, incluido la República Dominicana.

Si bien la mayoría de estudiantes rechazaron las prácticas autoritarias de los gobiernos, altas proporciones de ellos vieron como aceptable salvaguardar los intereses económicos o garantizar la ley y el orden mediante el régimen dictatorial.
Es el caso del 73% de los 3,937 criollos de 141 escuelas participantes en el estudio, que justifican las dictaduras cuando estas traen orden y seguridad, mientras el 70% las justifica cuando traen beneficios económicos.

Los estudiantes con mayor conocimiento del sistema político son menos propensos a avalar justificaciones para la instauración de las dictaduras.

54% aprueba desobediencia a leyes

De los cinco países latinoamericanos medidos en el estudio, República Dominicana tiene el mayor porcentaje de aprobación hacia la desobediencia de la ley con un 54%. El promedio en la región es de 50%.

El cuestionario mide la aceptación de los estudiantes de violar la ley bajo distintas circunstancias. Se les pidió indicar qué tanto estaban de acuerdo o en desacuerdo con nueve afirmaciones que comenzaban cada una con la frase “Una ley se puede desobedecer cuando…” y luego venían seguidas de: (a) “es la única alternativa que queda para alcanzar objetivos importantes” (en promedio entre los cinco países participantes, 64 % de los estudiantes estuvieron de acuerdo o totalmente de acuerdo con este ítem); (b) “es la única manera que uno tiene para ayudar a su familia (73 %); (c) “otros que la desobedecieron no fueron castigados” (37 %); (d) “los demás lo hacen” (31 %); (e) “se desconfía del organismo que hizo la ley” (42 %); (f) “uno está seguro de que nadie se va a dar cuenta” (23 %); (h) “no se le hace daño a nadie” (61 %); (i) “se hace sin mala intención” (60 %); e (j) “uno puede sacar provecho económico” (35 %).

Currículo pide enseñar sobre ética y ciudadanía

Tras la revisión y modificación curricular en 2014, se estableció la “competencia ética y ciudadana” como un objetivo “fundamental” (es decir, transversal). Esta competencia busca que el estudiante se relacione con los demás con respeto, justicia y equidad, en los ámbitos personal e institucional; cuestiona con criticidad las prácticas de la cultura autoritaria y transforma las relaciones y normas sociales en base a los principios de la democracia participativa. Se fundamenta en el sistema político-democrático establecido en la Constitución vigente, que supone los poderes del Estado sometidos a las decisiones de la ciudadanía. Está basada también en la promoción y respeto de los derechos humanos y particularmente en la equidad y la justicia social que hacen posible la vida digna de las mayorías. Ello se extiende además a las iniciativas ciudadanas, ejercidas por organizaciones sociales y políticas.

Peor desempeño

La República Dominicana obtuvo el nivel más bajo en la prueba internacional de Educación Cívica y Ciudadana aplicada en 25 países”.

Participantes

En el estudio realizado en el año 2016 se escogió una muestra de 3,937 estudiantes dominicanos de octavo grado de 141 escuelas”.