Si de enigmas hablamos, el del Triángulo de las Bermudas es uno de los mayores de la historia. Durante décadas, miles de embarcaciones desaparecieron al cruzar esta superficie de aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados, ubicada entre Florida (Estados Unidos), Puerto Rico y las islas de las Bermudas. Pero parece que el mito se acabó porque la ciencia habló y explicó el por qué de lo que ocurre en esta región.

Aunque no es reconocida como una ‘región’, a mediados de los ’50 los periodistas y escritores empezaron a llamarlo «Triángulo de las Bermudas» al detectar que en esta zona había una gran cantidad de naufragios sin explicación aparente y pronto, se generaron todo tipo de especulaciones y mitos alrededor de lo que causó estos incidentes, entre los que se encontraron muchos relatos de presencia de ovnis y de agujeros de gusano.



Indica la web Pronto.com.ar, que tras más de medio siglo de especulaciones, la ciencia halló la explicación de por qué es que realmente ocurre esto. Investigadores británicos llegaron a la conclusión de que la causa de este fenómeno es que el Triángulo de las Bermudas reúne diversas características que favorecen el desarrollo de olas enormes, que pueden ser letales para embarcaciones no muy consistentes.

Imagen gracias a la web pronto.com.ar

«Hay tormentas en el sur y en el norte que se juntan. Si además se suman las de Florida puede haber una formación de olas gigantes potencialmente mortales», explicó Simon Boxall, oceanógrafo de la Universidad de Southampton, consultado por The Sun. De acuerdo a sus estudios, las olas pueden tener una altura de hasta 30 metros, que es la magnitud de ola más grande registrada y que ocurrió durante un tsunami en Alaska en 1958.



Los científicos usaron un simulador para probar la resistencia de una réplica del USS Cyclops, un conocido barco que desapareció en el Triángulo de las Bermudas en 1918, con 306 personas a bordo. El resultado del experimento fue que el barco se hundió al ser sometido al impacto de olas demasiado grandes (justo un año antes se había descubierto que este navío tenía una falla de diseño que lo hacía particularmente susceptible a estos embates). Dos embarcaciones hermanas al Cyclops, la Proteus y la Nereus, también se hundieron en situaciones parecidas y las simulaciones detectaron que olas de 15 metros eran suficientes para hacer naufragar a barcos con esa misma falla.