El concejo municipal de una pequeña ciudad en Los Ángeles solicitó que la estrella del presidente Donald Trump sea retirada del Paseo de la fama de Hollywood, luego que fuera vandalizada hace menos de dos semanas.

Los concejales de West Hollywood -que tiene una altísima población LGBT y es conocida por su movida nocturna– «aprobaron unánimemente» esta resolución para remover el reconocimiento que recibió el ahora mandatario en 2007 por su programa «The Apprentice» («El Aprendiz»).



Los políticos argumentan que debe retirarse «debido a su perturbador trato a las mujeres y sus acciones que no representan los valores de West Hollywood, la región, el estado y el país».



La medida fue aprobada el lunes de noche, aunque la decisión final será de la cámara de Comercio de Hollywood, que administra el Paseo.

Ese organismo ya rechazó una solicitud en 2015 para retirar la estrella del comediante Bill Cosby, condenado por agresión sexual.

La estrella del presidente fue destrozada la madrugada del miércoles 25 de julio por Austin Clay, que se entregó a las autoridades y fue imputado por vandalismo.

Según medios de prensa local, el hombre llevaba el pico escondido en un estuche de guitarra.

La estrella de Trump había sido dañada previamente en octubre de 2016, cuando aún era candidato a la presidencia por el Partido Republicano.

James Otis fue sentenciado, también por vandalismo, a tres años en libertad condicional con 20 días de servicio comunitario y un pago de 4.000 dólares por los daños causados.

En julio de 2016, un artista callejero la había rodeado con un muro de 15 centímetros de madera con alambre de espino en una crítica a la promesa del candidato de construir un muralla en la frontera con México.

Pero antes habían dejado excremento sobre la estrella, que también fue rayada con una gran ‘X’ amarilla y una esvástica.