Esta madre soltera tenía dos hijos cuando encontró el amor de su vida, estaba muy entusiasmada y comenzó a realizar planes para casarse.

Desafortunadamente, días antes de contraer nupcias comenzó a sentir un dolor en la garganta que se convirtió en una terrible enfermedad, para curarla tuvieron que amputarle sus piernas y brazos. Estaba convencida en casarse y nada podría detenerla para alcanzar sus sueños.



El nombre de esta valiente mujer es Amanda Flores, ella desde muy joven se convirtió en la madre de dos niños, el padre de estos pequeños nunca se hizo cargo de sus bebés.

Su enfermedad se inició porque se sentía extremadamente cansada: en dos ocasiones fue al médico porque tenía síntomas muy parecidos a los de un resfriado.



Desafortunadamente ningún médico acertó en su diagnóstico. Cuando esta mujer asistió al doctor por tercera vez revisaron sus signos vitales y se dieron cuenta que se encontraba en un terrible estado de salud.

«La enfermera no sintió mi corazón y gritó: ‘llamen al 911’. Ese es el último recuerdo que tengo de la Nochebuena del 2014, justamente cuando me estaban llevando en una camilla, diciéndole a mi novio: ‘Mejor llama a mis padres.

Esto debe ser serio ya que voy al hospital'», contó Amanda. Su mamá mencionó que cuando la vieron en el hospital pensó que su hija no iba a sobrevivir: «Cuando la vimos, tenía tubos por todas partes. En ese momento, no nos dijeron que era faringitis estreptocócica, porque todavía no sabían que tenía mi hija.

Todos sus órganos estaban fallando. A los pocos días fue trasladada a Baltimore Shock Trauma. Los médicos dijeron que sus extremidades estaban en peligro y pudimos verlo. Sus piernas estaban negras; sus manos estaban negras».

Los médicos tuvieron que informarle a los familiares que debían amputarle las extremidades porque no respondían. Toda la familia determinó que si era la única salida para salvar su vida no habría otra opción.

 El 2 de enero de 201 le amputaron las piernas por encima de la rodilla y dos semanas después los brazos por debajo del codo. Vivió cuatro duros meses en rehabilitación, cayó en depresión e incluso pensó en suicidarse.

Amanda y su prometido mencionaron que actualmente se encuentran más enamoradas. Él es policía y mencionó que diariamente conoce mucha gente, pero Amanda ha sido la única mujer que le ha ganado el corazón.

Él le propuso casamiento y ella le dijo que se casaría cuando tuviera más confianza al caminar con sus prótesis. Finalmente, en agosto de 2018, Amanda caminó hacia el altar y dio el sí.