San Francisco de Macorís. Aquel miércoles 23 de agosto de 2017, día en que desapareció la adolescente Emely Peguero, de 16 años, quien llevaba en su vientre un feto de 22 semanas, y que ocho días después fue encontrada sin vida en el interior de una maleta. El teléfono celular y el de su exnovio, Marlon Martínez, se conectaron por medio de 74 llamadas que se realizaron aquel día.

Esa información fue revelada ayer durante la continuidad del juicio de fondo. Desde la mañana de este viernes, los implicados en la muerte de Emely, Marlon y Marlin Martínez, llegaron a las 10:10 de la mañana a la sala del Palacio de Justicia de San Francisco de Macorís, que inició con la participación de un perito de la Policía Nacional y continuó con varios testigos de ambas familias. Pasado 5 minutos la audiencia quedó abierta.



Foto: Listindiario.com

Desposaron a los imputados y el juicio formalmente inició con el técnico de investigación, Danny Fernández, quien fungió como testigo del Ministerio Público. Fernández presentó un documento que constaba de 106 páginas.

En estas hojas se impregnó un análisis de las comunicaciones realizadas desde el día 21 al 28 de agosto de 2017, en los números telefónicos de Marlin, Marlon y Emely, así como los eventos de llamadas entrantes y salientes, e interacciones sostenidas vía redes sociales con otras personas.



Indica el Listindiario.com que el informe especifica que las llamadas realizadas por Emely y Marlon fueron hechas desde San Francisco de Macorís, Cenoví, provincia Duarte y la avenida presidente Antonio Guzmán Fernández, próximo al residencial Neftalí. Asimismo, indica que entre Marlin y su hijo hubo comunicación ese día. La ubicación de estas llamadas inicia desde la avenida Antonio Guzmán, pasa a San Francisco de Macorís, luego a Bonao hasta llegar a Santo Domingo.

Durante las siguientes horas, la tristeza, dolor e impotencia caracterizaron las tres horas y media que transcurrieron, mientras Adalgisa Polanco, Genaro Peguero y Leidy Peguero Polanco narraban cómo pasaron los días que significó para ellos “una pesadilla”.

La pérdida de una hija, una hermana y, para la sociedad dominicana, una adolescente con todo un camino por delante, se vio reflejado en los ojos llorosos de muchos de los espectadores y hasta periodistas que allí se encontraban.

A la salida del tribunal, José Hoepelman, abogado de la familia de Emely, consideró que se ha avanzado con el caso respecto a la muestra de evidencias y estima que a mediados de octubre se tenga una conclusión del caso. Dijo que faltan unos seis testigos aproximadamente.