Ikea anunció este miércoles que quiere suprimir 7.500 puestos en el mundo de aquí a 2020, principalmente en el sector administrativo, para concentrarse en el comercio en línea y aumentar su presencia en los centros de las ciudades.

La supresión de empleos atañe a cerca de 5% de los efectivos de Ingka Holding, casa madre del grupo Ikea y la mayor franquicia mundial de la empresa con 367 tiendas en 30 países y 160.000 empleados.



Esta decisión «se basa más en cómo llevar a cabo un trabajo más simple, eficaz y eficiente. Tenemos duplicados [algunos puestos] en el mercado», dijo a la AFP Tolga Öncü, responsable de ventas de Ikea.

Todos los mercados se ven afectados, pero no las operaciones de las tiendas y las unidades de distribución, aseguró.



Ikea, a través de Ingka, recrutará de manera paralela a 11.500 personas de aquí a dos años para responder a las oportunidades digitales y a la apertura de unos treinta puntos de venta.

El gigante sueco quiere invertir en los centros de las ciudades, una estrategia que responde a un cambio del modo de vida ya que «menos personas» tienen un auto y «más y más gente se está mudando a espacios pequeños», explicaba en octubre Jesper Brodin, consejero delegado de Ingka.

«El panorama de la venta al por menor se transforma a una escala y a un ritmo nunca visto. El comportamiento de los clientes cambia mucho, invertimos y desarrollamos nuestras actividades para responder mejor a sus necesidades y encontrar nuevas maneras de hacerlo», indicó el miércoles en un comunicado.

En octubre, Ingka facturó 34.800 millones de euros en 2018, un 2% más que el año anterior, que atribuye a mejores ventas en línea y a la apertura de tiendas.

Los establecimientos de Ingka recibieron un total de 838 millones de visitas, un 3% más que en 2017. Las visitas en su página web aumentaron un 10%, y totalizaron 2.400 millones.