Un judío, un semita y un sionista no son lo mismo. Este es el significado de estos tres términos frecuentemente mal usados.

– Judío –

En la antigüedad, un judío era un habitante del reino de Judá (940-586 aC).



La primera mención de este término se encuentra en la Biblia, en el Segundo Libro de los Reyes.



La palabra «judío» es un derivado del latín «judaeus» (de Judea), derivado a su vez del hebreo «yehudi».

El término se refiere a cualquier persona que profesa la religión monoteísta judaica. Con más de tres milenios de antigüedad, esta religión cree en un Dios único, creador del universo que se comunica a través de la palabra revelada a un grupo particular identificado como «la nación de Israel», cuya historia se cuenta en la Biblia.

Pero uno puede ser un judío ateo, es decir, ser judío por su ascendencia sin creer en el Dios de la Biblia.

Según la ley rabínica, el judaísmo es transmitido por la madre, aunque en la Biblia las personas nombradas sean presentadas sólo por su ascendencia paterna.

Israel lo define así en su ley de retorno aprobada en 1970: «Es judío cualquier individuo nacido al menos de madre judía o convertido al judaísmo».

– Semita, semítico –

Un antisemita es alguien específicamente hostil a los judíos, pero éstos no son los únicos semitas.

El término fue acuñado por el orientalista alemán August Ludwig Schlözer, por el nombre de uno de los hijos de Noé, Sem, y servía para designar las lenguas cuyo parentesco fue establecido en la Edad Media por los eruditos judíos: el hebreo, el arameo y el árabe.

Posteriormente, se refirió a todos los pueblos que, en el curso del tercer milenio antes de Cristo emigraron de la península arábiga a Mesopotamia, Siria, Palestina y después, alrededor del año 700 antes de Cristo, al cuerno de África.

Hoy en día los pueblos que se llaman semitas son esencialmente judíos y árabes, pero en la antigüedad también había asirios, babilonios, arameos, cananeos y fenicios.

– Sionista –

El sionismo deriva de la bíblica «Sión» que designa a Jerusalén o al pueblo judío. Exiliado y disperso, el pueblo judío tiene la esperanza de regresar a Palestina. Esta esperanza es constitutiva de la religión judía, que ve en ella una redención.

Durante siglos, sin embargo, no es más que un mero deseo, pero en la segunda mitad del siglo XIX el sionismo comenzó a materializarse con la fundación de las primeras comunidades agrícolas judías en Palestina por judíos rusos que huían de los pogromos.

Fue el periodista vienés Théodore Herzl quien teorizó el sionismo a fines del siglo XIX y le dio un significado político. Fundador del movimiento sionista en el Congreso de Basilea en 1896, escribió «El Estado judío»: su idea es «dar a un pueblo sin tierra una tierra sin pueblo». Fundó el Fondo Nacional Judío para la compra de tierras en Palestina.

Después del exterminio de los judíos por los nazis, los judíos se refugiaron en Palestina y la idea sionista se materializó con la creación del Estado de Israel en 1948.

AFP