La Procuraduría informó hoy que el teléfono que resultó pertenecer a la magistrada Miriam Germán Brito, de la Suprema Corte de Justicia, no se interceptó por algún tipo de duda o vinculación con actos ilícitos, sino porque durante el proceso de investigación al narcotraficante Richard Miguel Gloss Ovalles y/o Richard Molina Ovalles, salió a relucir su contacto con entradas de llamadas.

La revelación fue hecha hoy por el procurador Adjunto, Bolívar Sánchez, durante una rueda de prensa con el objetivo de aclarar los cuestionamientos realizados a la jueza Germán Brito, luego que el procurador Jean Alain Rodríguez diera lectura a unas cartas “anónimas” para cuestionarla sobre sus vínculos con un imputado del caso Odebrecht, así como bienes que alegadamente no había declarado.



Bolívar Sánchez, aclara que fue él en su calidad de inspector general del Ministerio Público quien solicitó la intervención de varios números de teléfonos en el marco de una investigación por narcotráfico. Bolívar Sánchez explica que al establecerse que uno de esos números correspondía a la juez, decidió no ejecutar dicha orden, por lo que nunca recibió ningún tipo de información, ni registros de llamadas de la magistrada Germán Brito.



Indica el periódico Hoy que en su intervención, Sánchez inició con una historia sobre las investigaciones realizadas a personas ligadas al narcotráfico que usan doble identidad para evadir a las autoridades, para explicar que el contacto telefónico de la magistrada de la Suprema Corte de Justicia creó ciertas interrogantes cuando se determinó que se comunicaba con un supuesto ingeniero objeto de investigación por el uso de varias cédulas.

Explicó que este hombre, que se hacía pasar por ingeniero, resultó ser una persona del bajo mundo antes mencionada, a quien Germán Brito mencionó como la persona que le construyó su casa en Ocoa, y quien se suicidó el 15 de noviembre del pasado año.