Liderados una jornada más por la estelar actuación del alero Kevin Durant, los Golden State Warriors golpearon primero ante los Houston Rockets al ganar por 104-100 en una jornada en la que los Celtics sorprendieron a los Bucks en Milwaukee 112-90 con un destacado Al Horford en las semifinales de conferencia de la NBA.

El juego en Oakland, igualado de principio a fin, terminó decidiéndose con un triple de Stephen Curry a falta de 24 segundos para el final cuando el resultado marcaba 100-98 para los locales.



Curry agarró la pelota y, sin dudar, anotó un triple marca de la casa para acabar sentenciando el primer choque de la eliminatoria.

Antes, cuando peor lo pasaban, el técnico Steve Kerr y sus compañeros le entregaron la bola a Durant, que resultó imparable una y otra vez, anotando de todas las formas, colores y distancias posibles, finalizando con 35 puntos.



«Nuestra defensa (ha sido la clave para ganar). En la segunda parte luchamos un poco más fuerte pero creo que la defensa es la que nos ha dado la victoria», dijo «KD» tras la contienda.

Los Warriors y los Rockets volvían a enfrentarse un año después de verse las caras en las finales del Oeste, cuando los vigentes campeones remontaron un 2-3 en contra ante los texanos para terminar llevándose la serie y, después, el anillo ante los Cleveland Cavaliers de LeBron James.

Con la participación de Curry y de Klay Thompson, dudas hasta última hora por sendos esguinces de tobillo, los Warriors arrancaron mejor, frenando a James Harden en el primer cuarto (2/9) y sumando una ventaja de 29-18 tras los primeros 12 minutos.

Sin embargo, luego de errar 13 de sus 14 primeros triples, los texanos siguieron apostándolo todo al lanzamiento de tres, firmando 7 de sus 9 siguientes para llegar al descanso igualados a 53.

Las constantes pérdidas de pelota de los Warriors (13 al descanso, 20 en total) y el problema de faltas de Curry mantenían con vida a los visitantes.

Tras el paso por vestuarios, los campeones salieron más centrados, focalizaron su ataque en Durant y estiraron la ventaja hasta una máxima de nueve tantos pero los Rockets no se rindieron, volvieron a empatar (89-89) y solo el triple definitivo de Curry y un fallo de tres de Harden casi sobre la chicharra terminaron desnivelando el juego.

– Omnipresente Horford –

Mientras, en Milwaukee, el pívot dominicano Al Horford brilló con luz propia en ataque y secó al griego Giannis Antetokounmpo en defensa, para que sus Boston Celtics dieran la sorpresa al vencer 112-90 a los Bucks.

El técnico de los Verdes, Brad Stevens, planteó un esquema defensivo que funcionó a la perfección, con ayudas constantes por dentro sobre Antetokounmpo y obligándole a tirar desde media y larga distancia.

Así, con Giannis neutralizado, los locales tuvieron que apoyarse en los actores secundarios, erráticos durante toda el choque mientras Horford daba una exhibición en ambos lados de la pista.

«La clave ha sido salir muy agresivos. Ha sido un gran comienzo en estas series. Queríamos dejar nuestro sello, hemos parado bien a Giannis, de forma muy física. Creo que hemos hecho un trabajo bastante bueno hoy», resumió Kyrie Irving tras el choque.

Los Celtics salieron con las ideas claras y llevaron a cabo magistralmente el plan diseñado por su entrenador con un parcial inicial de 17-3 y dejando a Antetokounmpo, máximo favorito a ganar el premio al MVP, con solo una unidad tras los primeros 12 minutos.

Tras el 26-17 del primer cuarto y luego de gozar de una máxima de 15 tantos con un 40-25, los locales despertaron con su estrella en el banco detrás del acierto desde la línea de tres puntos del hispano-montenegrino Nikola Mirotic y de Khris Middleton.

Boston había sido muy superior pero se marchaba al descanso solo dos arriba (52-50).

Ahí, los Celtics ajustaron de nuevo, firmaron un tercer cuarto inmaculado (36-21) con dos tapones de Horford a Giannis que ya forman parte de la historia de los playoffs y los visitantes terminaron sentenciando a principios del último periodo.

El dominicano, omnipresente, demostró una jornada más por qué es el factor determinante de los Celtics al terminar con 20 puntos, 11 rebotes y tres tapones. Irving lo acompañó 26 tantos y 11 asistencias mientras Antetokounmpo se marchó cabizbajo con 22 unidades, con 7/21 en el tiro y un -24 con él en pista.