Al pensar en su situación económica, ¿siente confusión y agobio o siente paz? ¿Qué pensamientos vienen a su mente en relación a este tema?

¿Se preocupa de lo que no tiene, de lo que desearía obtener, en cómo aumentar sus ingresos, o en lo que podría hacer si tuviera más dinero? Es normal que pensemos en cada una de esas cosas; pero también existe un aspecto espiritual que debemos considerar al reflexionar nuestra situación económica. ¿Qué nos dice Dios al respecto y qué es lo que desea que entreguemos?



Por el Dr. Charles Stanley