El chef estadounidense Mario Batali, inculpado por una agresión sexual en un restaurante de Boston en 2017, se declaró no culpable el viernes de besar y toquetear a una joven a la fuerza, informó a la AFP la corte municipal de Boston.

La demandante, la joven Natali Tene, afirma que se topó con el famoso chef de 58 años, que popularizó la cocina italiana en Estados Unidos e hizo fortunas con sus múltiples restaurantes y su cadena Eataly, una noche de abril de 2017 en el restaurante «Towne Stove and Spirits», donde ambos cenaban en mesas separadas.

Mario Batali Foto cortesía de masslive.com

Al ver que la joven quería sacarse una foto con él, Batali le propuso una selfie, y cuando estaban sacando la foto, aprovechó para besarla a la fuerza y toquetearla, según Tene, que ya demandó también al chef en la justicia civil el año pasado.

Este viernes el carismático chef de Seattle, celebrado por su generosidad con sus conocimientos culinarios, abandonó los famosos crocs naranjas que utiliza en la cocina en favor de una sobria camisa, bléiser, zapatillas y gorra de béisbol al comparecer ante un juez de Boston.

No hizo ninguna declaración pese a los insistentes reclamos de decenas de periodistas y fotógrafos.

Fue dejado en libertad sin necesidad de pagar una fianza. El juez le pidió que no tuviera ningún contacto con la demandante.

Batali ya fue acusado de violación y agresiones sexuales por varias mujeres en el contexto del movimiento #MeToo, pero hasta ahora no había sido inculpado formalmente porque los delitos prescribieron o la policía no halló pruebas para verificar las denuncias.

Batali fue acusado el año pasado por una empleada de haberla violado en 2005 en The Spotted Pig, uno de sus 26 restaurantes, situado en Greenwich Village y frecuentado por famosos.

Una empleada de The Spotted Pig también aseguró haber presenciado un incidente similar en 2008 a través de las cámaras de vigilancia del restaurante. Contó que varios empleados tuvieron que intervenir para detener su abuso contra una mujer que estaba inconsciente.

Una exempleada de uno de sus restaurantes contó que Batali la agarró varias veces de atrás y la apretó contra su cuerpo. Otra dice que le tocaba de manera inapropiada y que una vez la forzó a sentarse a horcajadas en él. Otra dice que le tocó los senos en una fiesta.

Tras las denuncias, Batali pidió disculpas por sus «numerosos errores» y tuvo que dejar el programa de televisión «The Chew», del que era una de las estrellas. También vendió su participación en todos los restaurantes que tenía con la familia Bastianich y se desprendió de su parte minoritaria en Eataly USA.