Los europeos tienen los niveles más bajos de confianza en las vacunas, según una encuesta mundial de actitudes públicas hacia la salud y la ciencia publicada esta semana.

El estudio encontró que las personas que viven en países de altos ingresos tienen la más baja confianza en las vacunas, un resultado que coincide con el auge del movimiento antivacunas en el que grupos de personas se niegan a creer en los beneficios de la vacunación o directamente la consideran peligrosa.




Francia tiene los niveles más bajos de confianza, según el sondeo ordenado por la organización de caridad médica británica Wellcome Trust y realizado por Gallup World Poll entre abril y diciembre de 2018.

Un tercio de los franceses (33%) no cree que la inmunización sea segura, según la encuesta que consultó a más de 140.000 personas mayores de 15 años en 144 países.



Globalmente, el 79% de la gente cree que las vacunas son seguras y el 84% que son efectivas.

En el extremo opuesto a Francia, Bangladés y Ruanda tienen los niveles más altos de confianza en las vacunas, con casi 100% en ambos países, donde las personas consideran que son seguras, efectivas y que es importante que los niños las tengan.

«Creo que esperábamos esa tendencia general, porque donde hemos visto ese escepticismo y preocupación sobre las vacunas, tiende a ser en los países más desarrollados», dijo a la AFP Imran Khan, de Wellcome Trust.

«Pero creo que el grado de diferencia es sorprendente y algunos de esos números son realmente alarmantes», explicó.

Los niveles más bajos de confianza en relación con las vacunas se dieron en Europa occidental, donde más de un quinto (22%) de las personas no está de acuerdo con que las vacunas sean seguras, y en Europa oriental, donde el 17% no las considera efectivas.

– «Efecto de autocomplacencia» –

Un estimado de 169 millones de niños no recibieron su primera dosis de vacuna contra el sarampión entre 2010 y 2017, según un informe de la ONU divulgado en abril.

Solo en Estados Unidos, el número de casos de esa enfermedad supera los mil este año, según las últimas cifras oficiales.

«Creo que podría ser llamado el ‘efecto de autocomplacencia'», dijo Khan. «Si miras aquellos países en nuestra encuesta que tienen niveles muy altos de confianza en las vacunas, lugares como Bangladés y Egipto, son áreas donde tienes más enfermedades infecciosas», explicó.

«Tal vez lo que se muestra es que la gente en estos países puede ver lo que pasa si no te vacunas», siguió.

Según él, esto contrasta con países más desarrollados donde «si no te vacunas, igual es menos probable que resultes infectado, y donde si finalmente resultas infectado, probablemente no te vaya tan mal o no mueras, porque existen buenos sistemas de salud».

Francia fue también el único país en la encuesta donde la mayoría (55%) consideró que la ciencia y la tecnología reducirán los trabajos.

«Aunque aún es necesaria mucha más investigación para entender por qué esto ocurrió, el flojo avance de la economía francesa en los últimos años puede haber sido un factor que contribuyera a esa sensación», dijo el reporte.

– Brecha de género –

El informe también encontró una brecha global de género en cuanto a lo que hombres y mujeres consideran que saben sobre ciencia.

A nivel global, el 49% de los hombres dijeron que saben «algo» o «bastante» sobre ciencia, comparado con el 38% de las mujeres.

La brecha de género se registró incluso cuando hombres y mujeres reportaron igual nivel de rendimiento científico, y fue superior en la región norte de Europa.

«Lo que seguramente sucede es que los hombres se tienen más confianza o demasiada confianza para un mismo nivel de conocimiento, o también podríamos decir que las mujeres confían menos en lo que saben», dijo Khan.

Wellcome dijo esperar que sus hallazgos den a los gobiernos una base para monitorear cómo cambian las actitudes y ayuden a desarrollar nuevas políticas, particularmente respecto a la vacunación, pues los recientes brotes de sarampión demuestran que la inmunidad colectiva ya no se puede dar por sentada.