Danilistas van con todo contra los leonelistas o la madre de todas las batallas

El próximo motivo de duras contradicciones entre los seguidores del presidente Danilo Medina y los del expresidente Leonel Fernández se producirá tras los resultados de las elecciones internas para elegir los candidatos a senadores, diputados, alcaldes y regidores.



Al parecer, los danilistas ya no se conforman con tener un mayoría clara en todas las instancias del Estado y del PLD, sino que quieren más, mucho más. Algunos hasta hablan de «dejar a Leonel sin ningún senador ni diputado». Luego vendría el golpe final, con un proyecto de reforma constitucional en un escenario en el cual Fernández no podría impedirlo ni negociar con alguna ventaja.

Señala acento.com.do que como habrá de esperarse, los leonelistas y el propio Leonel Fernández no se cruzarán de brazos a esperar que los aplasten, o por lo menos es lo que esperan sus leales. Lo cierto es que hay poderosos dirigentes del danilismo que le han tomado la palabra a Leonel Fernández: No hay marcha atrás…



Josecito en el PLD, en la corriente danilista

El senador de San Pedro de Macorís, José -Josecito- Hazim Frappier se inscribió en el gubernamentl Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por medio de la corriente leal al presidente Danilo Medina. Su ingreso será anunciado y formalizado pronto.

La información, publicada por el periódico El Caribe, viene a dejar sin efecto una primera versión que afirmaba que Hazim, dirigente del PRSC, que llegó al Senado gracias a la alianza electoral de reformistas con el PRM, se inscribiría en el PRD, aliado del PLD. Ya antes Hazim se había declarado independiente. Es una pérdia para el PRM y el PRSC.

Otro senador que ha sonado cercano al danilisto es el de la provincia San José de Ocoa, Pedro Alegría. Hazim y Alegría han sido señalados como los sustentadores del proyecto de la reelección en el Senado de la República.

PRM, tirándose las cajas y los cajones

Parece que muchos dirigentes del PRM no están felices con las decisiones que toman la instancias de dirección de ese partido opositor.

Por un lado, nada más y nada menos que un precandidato presidencial y expresidente de la República, Hipólito Mejía, se despacha «dejando el libertad» a sus legisladores en las posibles votaciones sobre un proyecto de reforma constitucional para restablecer al presidente Danilo Medina la posibilidad de buscar la reelección en 2020.

Todo eso pese a que la decisión oficial del PRM es votar contra un proyecto de reforma constitucional. Ya Wellington Arnaud ha pedido que se sanciones a Hipólito Mejía.

Por otro lado, cientos de dirigentes, casi todos hipolitistas, denuncian que con la reserva de candidaturas se estarían impidiendo el derecho de la libre competencia democrática para quienes aspiran cargos elegibles en las elecciones congresuales y municipales.

El PRM queda muy mal parado con estas contradicciones. ¿Cuál potencial aliado confiará en el PRM, si esa entidad se desdice y hace amarres antidemocráticos?

Las razones Lila Alburquerque

A mucha gente fuera de las interioridades del mundillo de la política le extrañó el pleito de la reconocido reformista y balaguerista Rafaela -Lila- Alburquerque con el diputado peledeísta Juan Carlos Quiñones. Hubo palabras duras de ambos lados, pero Lila, guerrera de mil batallas, se mostró desafiante ante Quiñones, cuando el puertoplateño le dijo que no se inmiscuyera en los asuntos del PLD para azuzar su división.

El motivo es que Rafaela Alburquerque, la mismísima Lila, ya ingresó al PLD o ingresará pronto, de la mano de los danilistas, según fuentes del peledeísmo. Y como era de esperarse, una balaguerista nunca sería contraria a la reelección. Lila fue reeleccionista con Balaguer, con Hipólito, con Leonel, y ahora con Danilo.

Se desinflan los aparecidos

Algunos «presidenciables» se han quejado de que sus nombres y los de sus partidos no aparecen en las más recientes encuestas, como la Mark Penn, de Noticias SIN. ¿Y qué esperaban? ¿O se pensó el nieto del abigeo de San Cristóbal que era verdad que contaba con suficientes seguidores para competir por la presidencia de la República Dominicana? ¿Y qué esperaba otros «alternativos»? La ciudadanía dominicana, para bien o para mal, no suele cambiar sus preferencias políticas desde lo tradicional hacia lo nuevo. El PLD, por ejemplo, fundado por un gran líder y expresidente, duró desde 1973 a 1996 para alcanzar el gobierno, e incluso necesito del apoyo del entonces presidente Joaquín Balaguer.

No es tan fácil ni rápido convertirse en opción de poder. Por eso las fuerzas intermedias que hacen política con sentido de la realidad proponen alianzas basadas en programas y principios, sin dejar de trabajar para crecer. Pero no sueñan con que de la noche a la mañana serán gobierno.