El gobierno español anunció el jueves ayudas por 300 millones de euros para que el sector turístico afronte la quiebra de la empresa británica Thomas Cook, que tenía a España como uno de sus principales destinos.

Es «un plan de choque que en apenas una semana, el gobierno de España ha configurado para atender la urgencia de la quiebra de Thomas Cook», señaló en rueda de prensa la ministra de Turismo y Comercio, Reyes Maroto.



Las medidas conciernen principalmente a los archipiélagos de Canarias y Baleares, donde Thomas Cook tenía amplia presencia. Cerca de 400.000 turistas que compraron pasajes para visitar Canarias en invierno y 300.000 para Baleares, «no van a venir como consecuencia de la quiebra», dijo la ministra.



En particular, el plan prevé préstamos a empresas afectadas por la quiebra para un monto máximo de hasta 200 millones de euros, es decir, el equivalente a los pagos pendientes que dejó Thomas Cook, según estimaciones del sector hotelero español.

También habrá reducciones en las tasas aéreas para incentivar a las líneas aéreas a que suplan los asientos dejados de ofertar por los charters de Thomas Cook.

El objetivo es garantizar la conectividad aérea con Canarias y Baleares, muy dependientes de estas conexiones.

Otras medidas son la exoneración de las cotizaciones sociales para empleados de la hostelería y planes de promoción turística.

También se prevé «el diseño de una estrategia jurídica por parte del Estado (…) que defienda a los afectados y a los consumidores», explicó la ministra, sin precisar si eso podría desembocar en una demanda ante tribunales británicos.

Thomas Cook era el segundo touroperador más importante de España, con más de 7,1, millones de turistas trasladados en 2018, según Reyes Maroto.

El lunes, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) estimó que 500 hoteles cerrarán «de forma inmediata» por la quiebra de la empresa británica.