El papa Francisco exhortó al mundo a dejar de «desfigurar el rostro de la Amazonía», en la misa este domingo en la basílica de San Pedro de clausura del sínodo dedicado a esa inmensa región de América del Sur.

«Los errores del pasado no han bastado para dejar de expoliar y causar heridas a nuestros hermanos y a nuestra hermana Tierra: lo hemos visto en el rostro desfigurado de la Amazonía», dijo el papa ante cientos de religiosos y otros asistentes, entre ellos indígenas provenientes de la cuenca amazónica.



En su homilía, el papa condenó «el desprecio» por la historia y las tradiciones de otros pueblos, «considerándolos inferiores y de poco valor» y que «borra su historia, ocupa sus territorios, usurpa sus bienes», dijo.



«¡Cuánta presunta superioridad que hoy se convierte en opresión y explotación!», lamentó.

El papa argentino criticó también la hipocresía de tantos cristianos que «practican la religión del yo», explicó.

«Y además de olvidar a Dios, olvida al prójimo; es más, lo desprecia. Es decir, para él no tiene un precio, no tiene un valor. Se considera mejor que los demás, a quienes llama, literalmente, ‘los demás, el resto’. Son ‘el resto’, los descartados de quienes hay que mantenerse a distancia», deploró.

«¡Cuántas veces vemos que se cumple esta dinámica en la vida y en la historia! Cuántas veces quien está delante, como el fariseo respecto al publicano, levanta muros para aumentar las distancias, haciendo que los demás estén más descartados!», añadió.

Con esa defensa de los ‘descartados’ el papa clausuró con una misa solemne la primera asamblea de obispos dedicada a la defensa de la Amazonía y sus habitantes.

Ningún símbolo religioso indígena fue utilizado durante la ceremonia en la basílica vaticana.

Los 184 obispos que asistieron al sínodo aprobaron un documento que pide la introducción del «pecado ecológico», así como la posibilidad de ordenar curas casados y estudiar la posibilidad de contar con mujeres diáconos, temas tabú para los católicos conservadores.