Imágenes obtenidas por una cámara de seguimiento instalada en el estado estadounidense de Vermont, muestran el momento en que un ciervo pierde sus cuernos.

A parecer, el animal sintió picor en la cabeza y se rascó con una de las pezuñas traseras. El método no debía de ser muy efectivo, porque acto seguido decidió sacudir la cabeza para librarse de la picazón. A causa del enérgico movimiento se le desprenden las astas, de considerable tamaño, y el animal huye corriendo al oír el ruido que provocan al caer al suelo.



La mujer que instaló la cámara explicó que ella no es cazadora y que no había preparado ningún cebo para el animal.