Dedicar los goles a los fanáticos y celebrarlos junto a ellos es una bonita tradición. Tan antigua casi como el mismo fútbol y es por eso que resulta tan difícil no seguirla aunque los aficionados no estén en las gradas.

Un futbolista británico anotó un tanto en un partido de la liga australiana que disputaba su equipo contra el Western Sydney Wanderes. Muy serio, fue a las gradas aplaudiendo e incluso hizo una reverencia.



Los partidos de la liga australiana no pararon debido al coronavirus pero sí se están jugando a puerta cerrada. Es parte de las medidas que  tomaron en Australia luchando contra la pandemia.