Disney se ha convertido en una de las empresas más exitosas del mundo y también, una de las más despierta curiosidad. Desde los extraños rumores sobre la posibilidad que su fundador Walt Disney se encuentre congelado en la espera de la cura del cáncer — no es cierto — hasta la posibilidad de un parque temático abandonado por desperfectos, el mundo de la factoría del Ratón Mickey es mucho más extraño y fascinante de lo que puedes suponer.

Desde su fundación, Walt Disney Company y después su división cinematográfica han despertado tanta admiración como suspicacia, tal vez debido a su éxito, exponencial crecimiento y en especial por el hecho que la empresa parece sostener un mundo propio muy diferente al del resto de compañías y estudios similares. Te contamos diez cosas muy curiosas sobre Disney que seguramente te harán reconsiderar algunas ideas sobre su colosal, colorido y en ocasiones desconcertante universo.



No, Walt Disney no está congelado en tecnología criogénica en espera de la cura del cáncer



El 16 de diciembre de 1966, Walt Disney moría en el hospital Saint Joseph de Burbank después de atravesar una dolorosa agonía y haber sido sometido a una operación sin resultados satisfactorios el 30 de noviembre.

Poco después, los periódicos amarillistas, rumores de pasillos e incluso una declaración de su cercano amigo Salvador Dalí asegurarían que, en realidad, el creador no estaba muerto, sino congelado en espera de una cura para el agresivo cáncer de pulmón que padecía.

El bulo nació de la actitud hermética de su mujer Lillian, y sus dos hijas, Diana y Sharon, durante su enfermedad en lo que sin duda fue un intento de proteger la intimidad de la familia y también, según especulaciones, evitar que la estabilidad de la empresa pudiera afectarse debido al estado de salud de su cabeza visible.

A todo color, exclusivo de Disney

Desde 1932 hasta 1935, la compañía Disney obtuvo la patente exclusiva de una de las técnicas para filmar en color, por lo que se convirtió en el único animador autorizado para utilizar la técnica.

¿El motivo? El editor y productor convenció a Walt Disney de que filmara una de sus sinfonías tontas, Árboles y flores (1932) en el llamado proceso 4, lo que permitía una amplia paleta de colores que provenían directamente de la cinta y derivado de un complicado proceso químico de tres bandas tonales. Disney quedó deslumbrado por el resultado y se apresuró a negociar un contrato para el uso en exclusiva del proceso que se extendió por casi dos años y que impedía que cualquier otro estudio pudiera estrenar películas a color realizadas a través de técnicas, hasta 1936.

Durante los primeros años de funcionamiento de Disneyland (California), Walt Disney vivía en el parque.

Y lo decimos de manera literal: cuando el parque abrió sus puertas en 1955, ya Disney había dedicado cinco años de esfuerzo exclusivo a crear un mundo a la medida de sus bocetos y, sobre todo, de su prolífica imaginación.

De modo que tras la inauguración se hizo construir un departamento amplio sobre el ficticio departamento de bomberos de Main Street, en el que solía permanecer buena parte del año. La lámpara en la ventana indicaba al personal que la familia entera se encontraba en el lugar — y que no debía ser molestada —. Tras la muerte de Disney permanece encendida en su honor.

Los túneles secretos de DisneyWorld

Aunque el parque, que fue construido y abrió mucho después de la muerte de Walt Disney, lleva la definitiva impronta de su creador: durante su planeación, el empresario insistió en que le molestaba que los personajes disfrazados tuvieran que caminar de un lugar a otro de los diferentes recorridos, debido a que eso “rompía” la magia que deseaba inspirar el completo entero y una de sus principales características.

De modo que imaginó un elaborado sistema de túneles que recorren DisneyWorld de punta a punta y que permite a los actores no solo cambiarse de disfraz, sino también llevar a cabo su completa transformación física para una caracterización completa.

Los personajes tienen reglas

En la actualidad, los actores y actrices de las diferentes atracciones Disney reciben entrenamiento en primeros auxilios, se les exige manejar dos o tres idiomas y, además, tener conocimientos sobre cómo lidiar con el comportamiento de niños con discapacidad o que no entran en la franja neurotípica, lo que permite que la experiencia para todos los niños sea igual de agradable y divertida.

Ese suculento aroma

¿Has visitado un parque Disney y te ha sorprendido los aromas que has encontrado en ellos? No, no estabas enloqueciendo: todos los parques Disney utilizan un dispositivo patentado llamado Smellitzer, diseñado para impregnar el aire de aromas temáticos.

De modo que si disfrutas de la atracción de los Piratas del Caribe, percibirás el aroma del mar. O un suculento olor a vainilla y pan recién hecho (los favoritos de Walt Disney) cuando recorras la famosa Main Street.

Un año para celebrar

La famosa Main Street se basa en una calle norteamericana cualquiera del año 1910, mientras que Tomorrowland fue diseñado para representar e imaginar lo que podría ocurrir 1986 ¿Conoces el motivo de la selección de ambos años? te sorprenderá: se trata de ese curioso momento histórico en que el cometa Halley atraviesa la cúpula celeste.

¿Alcohol en Disney? Solo si eres muy afortunado

No hay una sola gota de alcohol en ninguno de los parques temáticos Disney, a excepción del exclusivo Club 33, ubicado en todos los parques de la compañía.

Este lujoso y secreto salón de cócteles inaugurado en 1967 en la sección de Nueva Orleans del parque — en específico oculto sobre el Blue Bayou en New Orleans Square — tiene una lista estricta de 487 miembros y para formar parte de ella deberás esperar al menos catorce años.

¿Y si quiero dormir en el castillo de la Cenicienta?

Podrías hacerlo, pero necesitarías incluso más suerte que para tomar una copa en el club 33. Si tiras de los hilos de influencias correctos y tienes el suficiente dinero puedes acceder a través de un ascensor secreto a la suite del Castillo de la Cenicienta en DisneyWorld, un elegante apartamento de casi doscientos metros cuadrados con vista panorámica al parque.

Lamentamos decirte que, a menos que formes parte de la realeza del mundo de Hollywood o seas un adinerado empresario, es poco probable puedas pasar una noche de ensueño en uno de los lugares más exclusivos del mundo de Disney.

Invitados especiales

Steve Martin solía trabajar en la tienda de magia en Disneyland. Y sí, estaba feliz de hacerlo. Vamos ¿quién no lo estaría?

Fuente: Hipertextual