La BBC Mundo consultó a varias personas para que hicieran un análisis sobre los aspectos que consideran cambiarán en nuestras vidas:

 Dependencia tecnológica

La periodista de Tecnología, Zoe Kleinman, asegura que durante todo este tiempo desde que inició la pandemia, las plataformas digitales se han convertido en la única forma en que podemos comunicarnos ya sea para trabajar o entretenernos.



Para Kleinman, esto se trata de un “gran cambio cultural” que sucedió en pocas semanas y no desaparecerá tan rápido.

La periodista asegura que “la infraestructura tecnológica puede hacerle frente al reto: han habido algunas interrupciones pero los proveedores de banda ancha y las redes de telefonía móvil han sabido manejar el gran aumento en el tráfico.”



En el futuro las personas tendrán que pensar qué plataforma se usarán y que se decidirán sobre ellas, asegura kleinman.

 Pocas compras, especialmente, en ropa

Para la corresponsal de Negocios, Emma Simpson, algunas empresas lograrán superar la crisis pero otras que estaban lidiando con la caída de las ventas, el aumento de costos y la intensa competencia seguramente quebrarán durante los próximos 18 meses.

Los negocios pequeños que se vean afectados se pueden quedar sin efectivo, otros considerarán la rentabilidad de sus tiendas. Después del cierre, habrá un rebote inmediato de las ventas y es probable que las tiendas bajen los precios. Pero ese rebote puede ser de corta duración si las personas están desempleadas y no pueden gastar, citó la BBC.

Simpson tiene certeza que solo las empresas que tienen “buena salud financiera” prosperán.

Transformación digital de los negocios

Las medidas impuestas han obligado a que las empresas analicen el futuro y se cuestionen si es necesaria una transformación digital de los negocios.

El trabajo en la casa podría hacer que la hora pico o punta pase a la historia, lo que podría afectar los valores de las propiedades en las “ciudades de cercanías”, relató la BBC.

Además, el personal también exigirá más de los empleadores en términos de flexibilidad, instalaciones y seguridad en el trabajo, dijo el editor de Negocios, Simon Jack.

Los negocios no volverán a ser como antes, la transformación digital será más rápida, con más automatización e inteligencia artificial.

Costo de vuelos podría aumentar

El corresponsal de Transporte, Tom Burridge, asegura que entre menos vuelos haya puede subir los precios. Añade que algunas aerolíneas no podrán sobrevivir esta crisis y unas irán desapareciendo.

Habrá, por lo menos a mediano plazo, menos vuelos. Esa tendencia estará impulsada por las personas y los negocios que tendrán menos dinero y por el auge de las videoconferencias, asegura Burridge.

El analista asegura que un mercado de aviación más pequeño significa que los precios subirían. Posiblemente el número de personas en los diferentes medios de transporte será menor porque algunos continuarán trabajando desde casa, ya que ir diario hasta el trabajo no es recomendable para mantener el distanciamiento social.

Clases virtuales

Este punto ha sido uno de los más difíciles en afrontar para los países que aún están en un bajo “mundo digital”.

Según la UNESCO, el 90% de niños no están en clases y esa interrupción “tendrá secuelas durantes años” dice la editora de Educación, Branwen Jeffreys.

La enseñanza se ha trasladado online, con clases virtuales a una escala jamás vista, pero eso ha resaltado la preocupación de que la pobreza digital está marginando a algunos niños: aun en economías desarrolladas, como Reino Unido, hay una minoría significativa que no tienen acceso inmediato a un dispositivo propio que puedan usar para sus deberes escolares, mencionó Jeffreys.

Cines y teatros

El editor de artes, Will Gompertz, menciona que hay un gremio artístico optimista y otro pesimista.

Para algunos la sala de cine, teatros, salas de concierto, museos y galerías prosperarán con un florecimiento de creatividad mientras que otros opinan que desaparecerán en una nueva era de presupuestos austeros.

Los consejos locales tendrán que vender sus obras de arte y se perderán miles de empleos. Un sector que antes era conocido por su dinámica e imaginación se tornará conservador y reticente a tomar riesgos, explica la BBC.

El distanciamiento social es una de las medidas que limitará la actividad así como en la producción de contenido nuevo, ya que los equipos técnicos de cine y televisión se reducirán.

El comercio internacional superará la crisis

El comercio ha tenido que superar varios desafíos. A principios de este año la guerra comercial entre China y Estados Unidos amenazaba el progreso de globalización.

Las cadenas de suministro internacional traen ventajas -más opciones, precios más bajos y, para algunos, mayores ingresos- pero también generan desempleo en los países de Occidente que tienen sueldos más altos, dice la corresponsal de Comercio Global, Dharshini David.

Tras la pandemia habrá una recapacitación sobre qué productos serán considerados “estratégicos”, claves para la supervivencia de una nación.

Las empresas necesitan mantener sus costos bajos, así que la manufactura externa continuará proveyendo. Algunas de las marcas más grandes, incluyendo H&M (una multinacional sueca de confección), se han comprometido a apoyar a trabajadores en fábricas a miles de kilómetros de distancia para mantener la cadena de suministro en funcionamiento, mencionó la BBC.

Combustibles fósiles o energía verde

El editor de ciencia, David Shukman, asegura que el confinamiento impuesto por la pandemia del coronavirus ha dado una perspectiva de cómo se vería un mundo más verde.

Los niveles de dióxido de nitrógeno, que están vinculados a una amplia gama de condiciones respiratorias, cayeron en China y en Europa a medida que el tráfico vehicular disminuyó. Y el auge de las reuniones online ha demostrado lo que se puede lograr sin tener que viajar y eso, a su vez, ha contenido mucho las emisiones de carbono, dice Shukman.

El mundo tiene dos opciones. Una es que regrese al consumo desenfrenado de combustibles fósiles y otra es efectuar una recuperación más sostenible.

 ¿Fútbol?

Los eventos deportivos han caído como dominós, asegura Natalie Pirks, corresponsal de Deportes.

Las Olimpíadas han sido pospuestas, mientras que otros, como Wimbledon, cancelados por completo.

Los programas de entrenamiento están en trizas y el personal está cesante. Los jugadores han recibido cortes salariales y los medios de transmisión advierten de pérdidas de cientos de millones, dice Pirks.

Así como en el caso de los cines y teatros, el distanciamiento social será “un enorme dolor de cabeza”.

El futuro de los deportes se ve muy diferente, la pandemia afectará la industria durante años.

La buena vecindad

Mark Easton, editor de Asuntos Locales menciona que el confinamiento ha generado una emanación de buena vecindad que fluirá mucho después de la pandemia.

Nuestra vida suspendida en confinamiento, sin embargo, podría estar incubando una queja que, cuando sea liberada, podría desatar enérgicos cuestionamientos, dedos acusatorios y demandas de represalia, se explicó en el portal de noticias.

Easton asegura que las dificultades económicas pondrán presión a los vínculos sociales. El temor se que nuestras normas de comportamiento habrán quedado infectadas por la angustia y la adversidad, que emergeremos más egoístas y menos unidos.