Un médico destituido de su alto cargo como responsable de desarrollar una vacuna contra el coronavirus advirtió este jueves al Congreso de Estados Unidos que el país carece de un plan maestro para la pandemia y no está preparado para distribuir suficientes vacunas.
Rick Bright, exdirector de la agencia gubernamental responsable del desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, dijo que el país se enfrenta a su «invierno más oscuro», sin liderazgo y sin un «plan maestro» para responder al virus.
La primera parte del testimonio se conoció el miércoles y en la mañana el presidente Donald Trump desestimó las declaraciones descalificándolo como un «empleado descontento» y dijo que «con su actitud, ya no debería estar trabajando para el gobierno».
El médico entró a la audiencia con la cara cubierta por una mascarilla que luego se quitó para leer su testimonio y contestar las preguntas de los legisladores.
«No estamos haciendo las cosas que deberíamos», dijo, en un momento en que Estados Unidos es el país con más fallecidos en la pandemia, con más de 84.136 casos fatales.
«No tenemos ni un atisbo de liderazgo ahora mismo para esta respuesta y carecemos de un plan maestro», agregó el experto, que hasta el mes pasado era el jefe de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA, por sus siglas en inglés).
El médico afirma que fue destituido tras expresar su preocupación por la utilización de la cloroquina y la hidroxicloroquina para tratar la COVID-19.
«Los estadounidenses se merecen la verdad, una verdad basada en la ciencia, tenemos los mejores científicos del mundo, déjenos hablar sin miedo a las represalias», dijo Bright, que la semana pasada levantó una querella criticando que la respuesta temprana del gobierno fue insuficiente.
Bright estimó que es necesario tener una estrategia para asegurar que se produzca una vacuna, para poder distribuirla y administrarla según un plan que sea justo y equitativo.
«Él fue despedido por estar en lo correcto», dijo la presidenta de la subcomisión de Salud, la demócrata Anna Eshoo.
Pero el testimonio de Bright, al igual que toda la gestión de la pandemia, quedó marcado por las divisiones partidistas y la crispación política en Estados Unidos.
Bright fue cuestionado duramente por el representante republicano Markwayne Mullin por estar de baja médica por hipertensión tras ser sacado de su puesto de alta responsabilidad.
«Usted está demasiado enfermo como para ir a trabajar, ¿pero se siente bien como para venir aquí?», lo objetó el legislador de Oklahoma.