James Anthony Abbott, mejor conocido como Jim Abbott es el caso más extraordinario en cuanto a jugadores que han llegado a MLB.

Él nació sin su mano derecha, cosa que con el tiempo no fue impedimento para no sólo llegar a Grandes Ligas, sino establecerse.



Abbott, se convirtió en el primer pítcher sin una mano en la historia de GL, más no fue el primer jugador con esta característica, ya que en 1975, Peter J. Gray, militó con los Cafes de San Luis como jardinero izquierdo, a pesar de haber perdido su brazo derecho en un accidente infantil.

Jim Abbott es un caso de inspiración y motivación de muchos otros peloteros ‘adaptados’ e incluso ya hubo otro lanzador después de él y fue en el presente siglo: Chad Bentz, nativo de Alaska y también zurdo. En 2004 lanzó con los desaparecidos Expos de Montreal y 2005 con los entonces Marlins de Florida.



Pero bien, vayamos de lleno al actor principal de este artículo: Jim Abbott; él fue drafteado en primera ronda (octavo general) por los entonces Ángeles de California en 1988, cuando él tenía 20 años de edad.

Pocos saben que él tres años antes había sido reclutado por los Azulejos de Toronto en la ronda 36 de 1985, proveniente de la preparatoria, pero no firmó para estudiar la universidad.

Abbott no lanzó un sólo juego en Ligas Menores y pese a su discapacidad es de los pocos jugadores estadounidenses en dar el brinco a la MLB, sin pasar por sucursales.

Su debut fue en la temporada de 1989 con los Angels donde dejó marca de 12-12 y 3.92 de ERA en 29 aperturas (fue quinto en la votación de Novato del Año). Al año siguiente cayó a 10-14 con 4.51 de PCLA en 33 inicios, sin embargo, en 1991 vino su mejor temporada, aplicando el dicho de que la tercera es la vencida: 18-11 con 2.89 de efectividad en 34 salidas, quedando tercero en el Cy Young.

Sin embargo, en 1992, Abbott siguió con su inconsistencia y se fue con 7-15 aunque buena ERA de 2.77 en 29 aperturas, siendo cambiado a los Yankees de Nueva York en diciembre de ese año por tres jugadores: Jerry Nielsen, J.T. Snow y Russ Springer.

Vaya sorpresa, nadie esperaba que en ese club del Bronx, Abbott iba a ser historia en su primera temporada; es el autor de una de las historias más notables en los anales del deporte y el clímax llegó hace 27 años. ya que el 4 de septiembre de 1993 lanzó un Juego sin Hit ni Carrera contra los Indios de Cleveland en el viejo Yankee Stadium.

Fue el primer No Hitter por un lanzador sin una mano. El equipo de los Indios que Abbott enfrentó ese día no era un candidato probable para ser impactado. Su alineación incluía bateadores como el zurdo Kenny Lofton, el dominicano Manny Ramírez, el miembro del Salón de la Fama Jim Thome y Albert Belle, quienes terminaron ese año con 129 carreras impulsadas.

Curiosamente, el último inicio de Abbott fue contra el mismo equipo, que le dio duro con 7 carreras con 10 hits, lo que lo noqueó después de solo 3.2 entradas.  Esta vez, el zurdo Abbott reunió 9 entradas mágicas de pelota, cedió cinco caminatas y ponchó a tres bateadores. La ofensiva de los Yankees, con los legendarios Bombers como Don Mattingly, Paul O’Neill y Bernie Williams, respaldó a Abbott con cuatro carreras, lo que fue más que suficiente.

El segunda base de los Indios, el boricua Carlos Baerga (bateaba .318), falló con rodado al campocorto Randy Velarde para terminar el juego y se hizo historia. Según el analista de MLB Tom Verducci, la reacción de Abbott a su logro fue un grito de:

¡Qué tal eso, bebé!».

Mattingly dijo que el momento se hizo un poco más significativo debido a todo lo que Abbott tuvo que superar para lograr esta hazaña. Le dijo a Verducci:

Creo que porque era Jim había algo extra».

La gema de Abbott fue el octavo juego sin hit ni carrera de un lanzador de los Yankees y solo ha habido tres desde entonces: uno de ‘Doc’ Gooden en 1996 y juegos perfectos de David Wells en 1998 y David Cone en 1999, en ese orden. Total, fueron cuatros No-No en los 90’s de los Yankees.

Los Yankees y Abbott se separaron después de 1994 después de solo dos años juntos, pero el Bronx siempre será el hogar del momento más memorable de la saga inspiradora del zurdo de Michigan que hoy en día tiene 52 años de edad.

En 1995, Abbott estuvo un ratito con los Medias Blancas de Chicago y luego volvió a los Angels. En 1997 no lanzó en MLB, pero volvió al año siguiente con los mismos White Sox. Se retiró en 1999 con los Cerveceros de Milwaukee.

De por vida en 10 temporadas dejó números de 87-108 y 4.25 de ERA en 263 salidas (254 aperturas).

Los números 25 y 52 que Abbott usaba en sus jersey nunca son olvidados. Como dato adicional, han existido otros ocho jugadores de apellido Abbott en MLB y ninguno ha brillado como Jim, aunque ni pariente son de él. Incluco en los 90’s, llegó un momento en que cinco Abbott estaban activo al mismo tiempo: Paul, Kyle, Kurt, Jeff y Jim.

¿Llegará otro pítcher sin una de sus manos a la MLB? ¿o será jugador de posición?.

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