Aunque sube la presión sobre el gobierno de Nueva York para que autorice a los restaurantes a servir comida dentro de los locales, el gobernador se opone tajantemente porque cree que la medida aumentará los casos de coronavirus.

Incluso el presidente estadounidense Donald Trump se ha sumado a aquellos que piden la reapertura total de los restaurantes, que por ahora solo pueden ofrecer comida fuera de sus locales.



«Nueva York debe terminar con el confinamiento ahora», tuiteó el martes Trump, que nació y creció en Nueva York. «¡El alcalde y el gobernador están destruyendo la ciudad!», añadió.

Desde el 22 de junio los restaurantes pueden acoger clientes en mesas instaladas en la vereda o incluso en las calles, si se coloca una protección de madera que las rodee.



«Es hora de permitir las cenas dentro de los locales en la ciudad de Nueva York con capacidad reducida y reglas claras para asegurar el distanciamiento social», estimó Corey Johnson, presidente del legislativo municipal, en un comunicado.

Según el New York Times, aproximadamente 900 restaurantes de la ciudad han cerrado definitivamente desde que comenzó la epidemia en marzo.

Un 64% de los que aún están abiertos prevén cerrar antes de fin de año si no reciben ayuda federal, según un sondeo publicado el jueves.

Este martes varios dueños de restaurantes presentaron una demanda para obtener el permiso de servir a sus clientes adentro.

La demanda es apoyada por la jefa de la oposición republicana en el legislativo estatal de Nueva York, Nicole Malliotakis, de origen griego y cubano, quien asegura que las medidas discriminan a la ciudad.

Todos los demás condados del estado de Nueva York han obtenido autorización para servir comida dentro de los locales.

El gobernador Andrew Cuomo rechazó no obstante que los restaurantes de la Gran Manzana puedan reabrir adentro a corto plazo, ya que no hay suficiente personal (ni presupuesto) para controlar la aplicación de la medida.

«Si tenemos un mecanismo de control que funcione, entonces podemos hablar sobre la apertura de los restaurantes. Sería negligente e irresponsable permitir comer adentro, sabiendo que hay problemas en el norte del estado, sabiendo que el cumplimiento de las reglas será un problema, y sabiendo que no hay un mecanismo de control», dijo Cuomo a la prensa.

El gobernador calculó que permitir las cenas adentro en la ciudad de Nueva York implicaría vigilar a 10.000 restaurantes más, y duplicaría el número de los que son vigilados actualmente.